13 de agosto 2004 - 00:00

Solá ordenó nuevo mapa del delito

El gobernador Felipe Solá se reunió ayer con el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, y los jefes de las 18 departamentales para analizar los avances del plan de seguridad. Mandó confeccionar un nuevo «mapa del delito» para medir la eficacia de las comisarías en la lucha contra el delito.
El gobernador Felipe Solá se reunió ayer con el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, y los jefes de las 18 departamentales para analizar los avances del plan de seguridad. Mandó confeccionar un nuevo «mapa del delito» para medir la eficacia de las comisarías en la lucha contra el delito.
Un día después de desplegar una inédita fuerza antisecuestro en San Isidro -la zona delictiva más caliente del conurbano bonaerense-, Felipe Solá se internó con su ministro de Seguridad, León Arslanian, en la escuela de policía Juan Vucetich, para analizar la marcha del plan. Quiere que en pocos días más esté confeccionado un nuevo « mapa del delito», con una descripción de las bandas que operan en las zonas y los tipos de delitos que se cometen.

En la reunión también estuvieron los jefes de Seguridad e Investigaciones de las 18 departamentales de la provincia. Fue el segundo encuentro en dos meses, donde se compararon comisaría por comisaría el delito, su evolución y las acciones que se emprendieron para la represión y prevención de cada tipo de ilícitos.

La eficiencia de las comisarías es materia de examen. Y hasta ahora no estarían funcionando en la dirección en que la administración Solá pretende. Ayer hubo algunos enojos y hasta retos a comisarios. No fue casual que Solá volviera a advertir que serán removidos los titulares de las jefaturas departamentales en las que no se observe eficacia en la lucha contra el delito.

Los operativos policiales que abarcarán la zona norte e inclusive el distrito de San Martín -donde hay más actividad comercial y, en consecuencia, más delitos- servirán como escenario de prueba del accionar de los jefes policiales.

Por caso, ayer en Villa Adelina quedó demostrado que las fuerzas antisecuestro no fueron a sacarse fotos al territorio de San Isidro. Hubo un tiroteo en plena calle que duró 10 minutos. Un delincuente murió y otros tres fueron detenidos tras tirotearse con la Policía cuando intentaban robar una fábrica de telas.

La Policía secuestró dos pistolas 11,25 y una pistola 9 milímetros que le había sido robada a un policía en Villa Concepción durante un asalto a un banco.
Al policía le dispararon tres veces y sólo salvó su vida porque llevaba chaleco anti-balas.

• Convulsión

El barrio en donde se registró el tiroteo es de casas bajas y clase media, y se vio convulsionado por lo sucedido, sobre todo porque varios niños iban a la escuela.

No fue el único resultado del procedimiento. Durante los operativos de control
fue recapturado un joven de origen uruguayo que tenía dos pedidos de captura internacional por doble homicidio en Montevideo. La Justicia uruguaya lo busca desde hace siete años.

Ayer quedó bien definido que serán «
operativos dinámicos» los que realicen las fuerzas conjuntas (Bonaerense, Gendarmería, Prefectura y la Federal), con una gran movilización en toda la zona que va desde la General Paz hasta Pilar.

Solá sostiene que los operativos «
son efectivos» y que ayudarán a reducir el delito.

En ese sentido, explicó que en La Plata (otra de las zonas más conflictivas)
se observó un descenso, aunque reconoció que la cifra delictiva sigue siendo importante. Por caso, aumentó 100% el robo de autos.

Es muy relativa, en tanto, la información de que hay menos secuestros extorsivos y exprés.
En rigor, lo que bajó son las denuncias sobre estos episodios. Cuando la Policía recibe una denuncia, hay por lo menos cuatro o cinco casos más que se mantienen en el anonimato por el temor de los familiares.

• Elementos psicológicos

Ayer Solá dio a conocer un concepto que sorprendió: aseguró que existen elementos psicológicos que actúan en el tema secuestros, ya que hay una gran cantidad de posibles secuestradores que miran por televisión la evolución de los casos e, inclusive, «hay algunos que se sentirán importantes si se está refiriendo un hecho llevado a cabo por ellos y ahí sacan 'chapa' en el mundo del hampa».

También hizo una distinción entre las críticas que hacia su gestión de seguridad hacen el camarista
Fernando Maroto y Juan Carlos Blumberg.

Solá
dijo: «Hay una diferencia fundamental. El ingeniero Blumberg es el padre de un hijo único asesinado en un secuestro que se dedica a esa lucha y el doctor Maroto es un empleado público, camarista provincial, que dice no creer en la Justicia y, sin embargo, sigue cobrando su sueldo».

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