Entre el lunes y el martes de esta semana se realizó en Seúl, Corea del Sur, un evento sobre responsabilidad del dominio de Inteligencia Artificial (IA) en el ejército militar (REAIM), del que participó una delegación argentina. Se trata de una plataforma “integral e inclusiva”, como definen desde el Gobierno surcoreano, donde funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Defensa expusieron sobre los avances en materia de IA aplicada al sistema de defensa de seguridad nacional y las limitaciones -prácticas y éticas- que el fenómeno supone.
Uso de IA en el sistema de Defensa: "Argentina está en fase exploratoria y de desarrollo"
El representante de la cartera que conduce Luis Petri estuvo en el REAIM Summit que se realizó entre el lunes y martes en Corea del Sur. Los puntos claves en los que el Ministerio pretende aplicar inteligencia artificial para mejorar el sistema de defensa nacional.
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Además, expusieron funcionarios representantes de Holanda, Kenia, Reino Unido, Australia y Holanda, quienes formaron parte de las 96 delegaciones presentes. En ese contexto es que se encontraba Argentina, representada por Raúl Guillermo Marino, secretario de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa del ministerio que conduce actualmente Luis Petri.
En una entrevista con Ámbito, el funcionario contó que Argentina “se encuentra en fase exploratoria y de desarrollo” en cuanto a la actividad del Ministerio de Defensa con IA, aunque un desafío latente es “la formación de los recursos humanos” especializados.
A su vez, asegura que Corea del Sur “reconoce las actividades” que Argentina realiza al respecto, cuyo impacto económico es “multivariable”. Actualmente, la gobernanza del sistema de armas, fortalecer el sistema de seguridad y la anticipación a posibles ataques cibernéticos son temáticas clave para la gestión.
Periodista:¿Qué avances respecto de la aplicación de la IA en el ejército argentino se pueden encontrar en el sistema de defensa nacional?
Raúl Marino: Argentina se encuentra en una fase exploratoria y de desarrollo en cuanto a las actividades del Ministerio de Defensa. Esto se va traduciendo en pequeñas acciones concretas, por ejemplo en lo que es la gobernanza del sistema de armas, la integración de distintas agencias de fuego que van tomando estas herramientas de IA para la actividad cotidiana. Otro ejemplo puede ser lo que tiene que ver con identificación de imágenes, ciberdefensa y ciberseguridad. Esos son algunos de los temas por los cuales la IA se va desarrollando dentro del ámbito de la defensa.
P.: ¿Cuáles son los desafíos u obstáculos que Argentina encuentra para seguir avanzando en este sentido?
R.M.: En primer lugar, la formación de los recursos humanos en la materia específica de IA. Hoy en día muchas de las actividades en el ámbito de investigación dentro del Ministerio son profesionales que se han especializado en las nuevas tecnologías de IA. Poder conformar equipos técnicos y sólidos que permita dar el paso a las siguientes aplicaciones es el tránsito en el cual nos encontramos.
P.: ¿Argentina se encuentra trabajando con otros países para el desarrollo de diversos proyectos vinculados a la IA en materia de Defensa?
R.M.: No tenemos ninguna colaboración formal con ningún país, pero Argentina se encuentra abierta a todas las posibilidades de integración en el marco de desarrollo regional o mundial que permitan estos desarrollos de ciertas aplicaciones.
P.: ¿Cuál es el objetivo de la presencia de Argentina en este tipo de eventos? ¿Cuáles son las expectativas?
R.M.: Hay aspectos formales en los cuales la presencia de Argentina responde a la intención de participar en estos tipos de eventos. Por otro lado está el reconocimiento de un país como Corea del Sur hacia el nuestro, en el cual formaliza la invitación. Esto es un reconocimiento a las actividades que se van realizando en Argentina. Además, al estar todos los líderes referentes en IA de otros países, no solo es enriquecedor conocer quién está detrás del desarrollo sino también establecer conexiones para posibles acciones concretas.
P.: ¿Qué tipo de proyectos o acciones concretas se planifican a futuro?
R.M.: Hay una multiplicidad de proyectos. Todo lo que tenga que ver con fortalecer el sistema de ciberseguridad y anticipación a posibles amenazas en el sistema de defensa nacional es algo que nos genera mucho interés. Desde una mirada más bélica, hay aplicaciones que tienen que ver con el uso específico de ciertas tecnologías en el sistema de armas de las FFAA, donde estamos involucrándonos con cierta sistematicidad. A su vez, el Ministerio tiene una conexión en términos científicos-tecnológicos con órganos como el Instituto Geográfico, Instituto Hidrográfico, Instituto Meteorológico, donde hay bastante desarrollo científico-tecnológico con aplicación de IA para anticipar pronósticos y situaciones de catástrofe. Esa misma información, que hace a un servicio público, es la que se procesa para las operaciones militares, entonces ahí hay una conjunción entre defensa y la comunidad total.
P.: ¿Cuál es el impacto económico del desarrollo de la IA aplicada al sistema de defensa?
R.M.: Es multivariable. Primero hay un impacto en poder utilizar herramientas de IA que a nosotros nos permitan evitar las tareas repetitivas y sistemáticas, y utilizar a las personas para tareas de mayor complejidad, eso produce un ahorro en términos de simplificación del proceso y optimización de los recursos. El otro es como consecuencia derivada de la aplicación de IA tiene que ver con la gestión. Necesitamos recursos humanos, tecnología, equipo de trabajo. Esto permite derramar en el desarrollo de las economías regionales porque permite la instalación de nuevas industrias y oportunidades.
P.: ¿El modelo sistema de defensa nacional está basado o referenciado en el de otro país?
R.M.: En términos de IA, que es lo que nos compete, es una conjunción difícil a partir de la cual uno se pueda alinear a un modelo. La IA por sí misma tiene un estado de desregulación producto de la innovación y los avances tecnológicos que la hacen difícil encasillarse en algo. La IA no es ni buena ni mala, depende del uso que se le de.
P.: ¿Cómo delinear entonces el límite ético sobre el uso de la IA bajo el argumento de cuidar la patria?
R.M.: Los grandes países y comunidades económicas se han dado cuenta de que tratar de regular la IA es muy difícil. Por su naturaleza, se trata de la innovación en sí misma. Por eso, creo que estos eventos tienen como valor agregado la generación de los grandes consensos, los grandes pactos para definir qué uso le vamos a dar a a la IA específicamente en el ámbito de la defensa, que puede tener implicancias en las vidas humanas como en el medio ambiente.
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