31 de julio 2001 - 00:00

Déficit fiscal: la solución irlandesa

Hace 15 años, en 1986, Irlanda tenía un PBI de u$s 28.183 millones y hoy, 2001, llega a los u$s 105.600 millones, con un crecimiento espectacular que en los últimos 5 años incluso se aceleró, fluctuando entre 9% y 12% por año.

¿Por qué no crecía Irlanda en la primera parte de los '80? Básicamente porque lo agobiaba el alto gasto público que llegaba a 51% del PBI. Como la recaudación, a pesar de los impuestos elevados, no alcanzaba, se incurría en enormes déficit fiscales, que llegaban como en 1986 a 9,99% del PBI. Este enorme déficit volvía al país poco confiable, y tanto los capitales como los irlandeses se iban del país. El Tesoro nacional estaba casi quebrado y la deuda pública superaba 120% del PBI ¿El gobierno qué hacía?: aumentaba más los impuestos, tanto sobre los ingresos personales como sobre la renta empresaria, con lo que la carga impositiva era terrible y, por lo tanto, la evasión muy elevada.

Crisis social

¿Cuál era la consecuencia? Ligada a la crisis económica, había una crisis social, como reconoció William Roche, de la Universidad de Dublín en el congreso de ACDE de marzo de 2001. Ante la falta de atractivo para los negocios por los altos impuestos, no se generaban empresas para ocupar a los irlandeses y el desempleo alcanzaba 19%, como en 1986/1987. La crisis social se reflejaba claramente en el aumento de la emigración, especialmente de los más preparados.

El país no era competitivo y las exportaciones lo indicaban con sus u$s 12.366 millones, versus los u$s 101.202 millones de exportaciones en la actualidad. ¿Qué hicieron los irlandeses? En 1987 se firmó el Programa de recuperación nacional que fue básicamente una convergencia entre el gobierno, los sindicatos y los empresarios para manejar la crisis fiscal y la recesión.

Se efectuó una fuerte deflación fiscal (baja del gasto público), acompañada de una baja de impuestos, incluso en el Impuesto a las Ganancias (por ejemplo sobre exportaciones el impuesto era cero), y al mismo tiempo se mantuvieron las prestaciones de seguridad social, que interesaban a los sindicatos. Los recursos se concentraron en una verdadera educación, de alto nivel. Al finalizar estos tres años se firmaron otros acuerdos del mismo tipo.

Problema político

¿Qué es hoy Irlanda, después de estos acuerdos de asociación social tripartitos para bajar el gasto y hacer crecer la economía? A Irlanda se la conoce hoy como «una economía de bajos impuestos, con un alto nivel de educación y capacitación de fuerza laboral», según las palabras de William Roche. ¿Es posible para la Argentina, imitar, adaptando a nuestra situación particular, las enseñanzas del modelo de economía irlandesa? El problema parece ser político.

Si bien en Irlanda no hay ningún requisito constitucional de que un partido elegido deba continuar con el programa que fue adoptado antes que ellos llegaran al cargo, los dos partidos que han llegado al gobierno respetaron los resultados del programa social anterior. En lo que se refiere a políticas económicas, los dos partidos están uno muy cerca del otro, e incluso en los últimos años ha habido gobiernos de coalición sin problema alguno de gobernabilidad.

Seguramente habrá costado al principio ponerse de acuerdo en la deflación fiscal y muchos otros temas, pero los resultados indican que valió la pena. Este parece ser el principal escollo para la Argentina, ponernos de acuerdo en un programa común, dejar de hablar de la herencia recibida y mirar todos juntos para adelante.

En resumen, Irlanda pasó de un déficit fiscal de 10% del PBI en 1986 a un superávit de 3,9% del PBI en la actualidad, de un desempleo de 19% en 1987 al pleno empleo actual, de un ingreso per cápita de u$s 8.000 en 1986 a u$s 25.000 por persona en 2000, la deuda pasó de 125% del PBI en 1987 a 33% del mismo en 2001, de la recesión económica al crecimiento de 10% anual ininterrumpido, de la emigración de su gente a la inmigración actual, de un nivel educativo bajo, a ser el principal exportador de software del mundo. ¿Vale la pena intentarlo, no?

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