Serio: 5 por ciento de los conductores maneja alcoholizado

Buenos Aires - Cada vez son más los bonaerenses que conducen alcoholizados. Los fines de semana son 5 de cada 100 y en su mayoría jóvenes de entre 21 y 25 años, según los resultados de controles de alcoholemia que realizó la Subsecretaría de Atención a las Adicciones en territorio provincial.

Sobre un total de 3.102 automovilistas que fueron testeados en las pruebas de alcoholemia, 4,7 por ciento sufrió el secuestro de su vehículo y la suspensión para manejar por seis meses, al comprobarse que superaron la medida permitida por ley de 0,5 de gramo de alcohol por litro de sangre.

• Evidencias

En tanto, otro 15 por ciento demostró evidencias de haber consumido alcohol, pero sin pasar la medida que origina la infracción.

Estas cifras son superiores a las registradas durante el año pasado, cuando el promedio de ebriedad en conductores era de 2 por ciento y la presencia de alcohol en niveles permitidos se ubicaba en 10 por ciento.

Los controles demostraron que la mayor cantidad de infractores -27 por ciento del total- era de jóvenes de entre 21 y 25 años, mientras que otro 20 por ciento tenía entre 17 y 20 años.

El titular del organismo bonaerense de atención a las adicciones, Claudio Mate, consideró que «los porcentajes que surgen de los registros son los volúmenes habituales en la mayoría de los países, especialmente en las madrugadas del fin de semana». Sin embargo, Mate expresó su preocupación por «el alto nivel de jóvenes que maneja con exceso de alcohol».

Según datos proporcionados por el Ministerio de Salud provincial, en 40 por ciento de los accidentes de tránsito que ocasionan la muerte o incapacidad a los conductores está presente el alcohol, en tanto que el promedio anual de víctimas fatales en este tipo de siniestros es de 2.500 personas.

La Ley 11.768 se establece que conducir alcoholizado constituye «un atentado a la seguridad pública», en tanto que considera «que la negativa a realizarse el test es presunción de infracción».

Los efectos más notorios en automovilistas que superan los niveles de alcoholemia permitidos son una notoria disminución de los reflejos, una fuerte fatiga, pérdida de la visión y una falsa apreciación de las distancias.