22 de septiembre 2022 - 00:00

Se agrava el conflicto con Neumáticos con acampe dentro de Trabajo (ya se teme “efecto dominó”)

Por primera vez en la historia una disputa salarial termina con dirigentes que pasan la noche en la cartera laboral. Indiferencia y condena en la CGT.

Alejandro Crespo
Alejandro Crespo

El conflicto salarial entre el sindicato del neumático (Sutna) y las fábricas de la actividad se agudizó ayer al cabo de una nueva negociación frustrada con la decisión del secretario general del gremio de tomar en persona una oficina del Ministerio de Trabajo para acampar hasta nuevo aviso y decretar un paro general de actividades por tiempo indeterminado en toda la industria. Alejandro Crespo, jefe de la organización, resolvió ambas medidas una vez que la cartera laboral transmitió una nueva oferta de las compañías que fue calificada como inaceptable por parte de la dirigencia, en un proceso que incluyó hasta ahora 32 audiencias y más de 100 días de tironeos, así como un marcado desabastecimiento de cubiertas.

La puja involucra a las tres firmas que producen neumáticos en la Argentina, FATE, Pirelli y Bridgestone, y está centrada en el reclamo del gremio por el pago al 200% de la hora trabajada durante los fines de semana, además de una revisión pendiente de la paritaria del año pasado y la discusión por la actualización de 2022. En el Gobierno reconocieron que, más allá del planteo puntual del Sutna, temen por un eventual “efecto dominó” que pudiese disparar reclamos similares por parte de otras organizaciones del rubro industrial. Es que el conflicto suma como condimento que se trata del único sindicato de orden nacional encabezado por una conducción trotskista alineada con el Partido Obrero.

Ayer la discusión tuvo su punto de inflexión cuando la directora de Relaciones y Regulaciones del Trabajo de la cartera laboral, Gabriela Marcello, les propuso a las fábricas realizar una oferta salarial concreta para romper la inercia de los últimos tres encuentros sin haber hablado de números y en los que sólo se repitió la negativa a discutir el valor pagado por los fines de semana. Hasta ahora las compañías habían propuesto para la revisión del acuerdo del año pasado, cerrado provisoriamente en 50%, un 16% extra. Tras el pedido de la funcionaria sugirieron como acuerdo temporal para este año un 38% de suba por el período de julio a diciembre.

Marcello transmitió esa oferta y el sindicato la evaluó como una intromisión de Trabajo de carácter unilateral. “Las patronales y el Gobierno pretenden destruir las paritarias, quieren imponer de manera dictatorial el cierre de la paritaria 2021-2022, sin acuerdo del sindicato, desconociendo en forma total los reclamos de los trabajadores y proponer unilateralmente un aumento insignificante de la paritaria 2022-2023 del 38% cuando las proyecciones oficiales llegan casi al 100% para ese periodo, constituyendo un agravio sin precedentes a los trabajadores en su conjunto y una violación flagrante a todas las leyes laborales de nuestro país”, advirtió Crespo apenas anunció el paro y la toma de una oficina del cuarto piso del Ministerio en Callao al 100.

Al mismo tiempo el sindicato convocó a sus afiliados a movilizarse hasta la sede gubernamental junto a otras organizaciones gremiales y sociales afines. Hacia la noche se había desplegado una manifestación de trabajadores y adherentes del Partido Obrero en la calle. Crespo le confirmó a este diario a última hora que tenía resuelto pasar la noche junto a los miembros de la comisión negociadora del gremio en un hecho inédito en la historia de Trabajo al menos desde la vuelta de la democracia.

El conflicto estuvo desde el inicio atravesado por cruces e incidentes entre el gremio y las empresas. El Sutna denunció en varias oportunidades a las patronales por conductas antisindicales y dio cuenta de supuestas maniobras de presión y hostigamiento contra los trabajadores al momento de las medidas de fuerza y las asambleas. Las compañías, por su parte, advirtieron que la puja estaba empantanada por un supuesto sesgo ideológico de Crespo. Ayer deslizaban junto con Trabajo que la continuidad de la disputa había privado a los operarios de cobrar supuestamente medio millón de pesos en aumentos que no se efectivizaron.

Otro componente saliente es la actitud del resto de los gremios industriales. Las protestas y las denuncias del Sutna fueron ignoradas por gremios hermanos y por la propia CGT, desvinculada de la organización por el carácter trotskista de sus líderes. Incluso, a pesar de que la organización se desafilió tiempo atrás de la CTA (adonde milita el anterior secretario general, Pedro Wasiejko, actual presidente de Astillero Río Santiago) y pidió ser incorporada a la central mayoritaria. A esa indiferencia algunos referentes le sumaron ayer el cuestionamiento en reserva a la decisión de Crespo de tomar las instalaciones de Trabajo.

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