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Con $20.000 se puede vender portones, un producto con buena demanda por los robos

En rigor, la inversión para iniciar este negocio es relativamente modesta, si se considera que con $ 10.000 un emprendedor puede instalar un local donde exhiba cuatro modelos de portones con sus respectivos motores.
Este es el stock indicado para comenzar en la actividad ya que tanto el portón como el correspondiente mecanismo que lo automatiza son entregados por el mayorista ante cada solicitud que le realice el distribuidor.
«Hay muchos instaladores que ni siquiera hacen stock de motores», asegura Alonso. «En el caso del interior del país, todos tienen su propio local, su propio vehículo para el servicio técnico y toda la atención posventa que requiere el sistema. Aunque hoy por hoy se trabaja a pedido».
A este capital habría que agregar alrededor de $ 2.000 para montar un taller equipado con herramientas manuales como agujereadoras y soldadoras que permitan llevar a cabo el acondicionamiento y la automatización del portón.
Una tarea para la cual sería un aporte importante contar con conocimientos básicos de electricidad o herrería, aunque no indispensable, ya que las empresas mayoristas más importantes brindan a su red de distribuidores un curso de capacitación teórico y práctico de alrededor de tres días de duración donde se les informa respecto de las diversas clases de portones que existen en el mercado, las clases de motores que los automatizan y en qué consiste el procedimiento para instalarlos.
Dentro de la gama de portones automáticos, los de mayor requerimiento son los sistemas levadizos, corredizos, pivotantes e industriales, de los cuales a continuación se detallan sus características fundamentales.
* Levadizos: su funcionamiento puede ser tanto manual como automático, y entre los más solicitados se encuentran aquellos portones cuya estructura está compuesta de un marco y bastidor que cuentan con una columna lateral para los contrapesos.
Estos portones no tienen guías, resortes ni salientes que afecten su estética, y la estructura levadiza admite cualquier tipo de revestimiento tales como la madera, la chapa, el aluminio o la reja misma.
Los herrajes de los portones más sofisticados están totalmente ocultos -incluyendo los contrapesos, brazos, cables de acero, roldanas y los tornillos para la fijación de hojas- para que su estética resulte atractiva y la seguridad que brinden sea absoluta.
En el campo de los portones de alta calidad, para construirlos los fabricantes utilizan chapas de doble decapado de hierro que se complementan con convertidores de óxido y tuercas y tornillos de acero de alta resistencia.
Inicialmente puede instalarse para uso manual con pasador interno. Y luego, mediante una transformación sencilla en obra, se adaptan para accionarlo automáticamente. El motor dispone de un embrague electrónico para no dañar el vehículo o a la persona interpuesta, y también posee electrocerradura en el cabezal y centro del portón, que se activa al accionar el control remoto.
A este portón se pueden incorporar otros adicionales, como el microchip para encendido de luz con temporizador, una llave de contacto, bajada automática y otros accesorios. El tiempo de cierre programado en un plazo menor a los diez segundos es totalmente hermético.
Pero en este campo también existen innovaciones como por ejemplo el portón que mediante la combinación de sus partes modulares permite obtener más de 500 medidas de modo que su ancho y alto se adapten a cada situación.
Las dimensiones para cada necesidad se logran ofreciendo 12 medidas de altura disponibles que van desde los 2 metros hasta los 2,55 metros y tres medidas básicas de ancho: 2,40; 3,20; y 4 metros. En cada una de ellas, se puede insertar cualquiera de las 14 medidas del juego de piezas complementarias.
Este sistema modular es muy fácil de armar debido a que se ensamblan las piezas de fabricación estándar con encastres matrizados.
* Corredizos: constan de una estructura compuesta de bastidor, guías, zócalo y ruedas/rulemanes para distintos tipos de revestimientos.
En esta alternativa, la automatización consiste en la incorporación de una cremallera, un motor eléctrico con traba automática, y un sistema de control remoto. El motor tiene una cubierta protectora para intemperie y su potencia es la adecuada según el peso y tamaño de cada portón.
* Pivotantes: son recomendados cuando existen una o dos hojas de abrir que dadas sus características, no permiten colocar un sistema corredizo por falta de espacio hacia los costados. El brazo tiene un motor pequeño con una placa electrónica herméticamente cerrada para la intemperie.
* Industriales: pueden ser tanto levadizos como portones guillotina. Estos últimos tienen el mismo mecanismo que los primeros, ya que poseen también una sola columna de contrapesos detrás de la cual se aloja el motor con el equipo electrónico, pero no se levantan con brazos hasta quedar horizontales, sino que se levantan con una guía que se encuentra en el marco y el portón queda vertical.
El arancel que se cobra para automatizar un portón parte de los $ 600 en adelante. De este importe, al instalador le queda entre 30% y 40% de ganancia. Mientras que los portones propiamente dichos se venden al consumidor final entre $ 600 y $ 4.500, en función del material con el cual estén construidos. Para transportarlos, es conveniente disponer de un vehículo propio que no debe ser necesariamente nuevo ($ 5.000).
«Nosotros empezamos con la automatización de cortinas de enrollar de comercio, y la inclusión, hace varios años, de la comercialización de portones automáticos, que en la actualidad es nuestro principal producto, comenzó como un derivado de la cortina», cuenta Alonso. «Hoy en día estamos haciendo mucha reposición de sistemas de automatización que han sido colocados con anterioridad debido a que hay una cantidad importante que ha aparecido en el mercado recientemente» agrega.
MERCADO
El público al cual están dirigidos los portones es sumamente amplio y heterogéneo, e incluye desde empresas e industrias hasta casas de familia, edificios de propiedad horizontal, e incluso aeropuertos y cabinas de peaje, que necesitan para prestar su servicio la automatización de las barreras que detienen el tránsito y mediante un mecanismo similar al utilizado para automatizar portones.
«Lo importante que tienen que tener en cuenta aquellos que ingresen al rubro para que les vaya bien es que deben ser perseverantes», asegura Wilson García, ejecutivo de PPA, una firma brasileña que es líder en Latinoamérica en automatización de portones, con filiales en Israel, México, Miami y que desde hace 8 años comercializa los productos con su propia marca en la Argentina.
García considera que el portón es un artículo que le puede brindar a un revendedor muchas satisfacciones porque «todas las personas que quieren seguridad y comodidad están automatizando sus portones. Y es un producto que se vende bien y se podría vender mucho más, porque estamos hablando de un mercado con un alto potencial debido a que está muy poco explotado. En la Argentina existe la idea de que automatizar un portón es caro. Pero no es así», concluye.
Los dispositivos que se utilizan para automatizar portones son diversos y están diseñados en función de la aplicación que se les va a dar de acuerdo a la clase de portón en el cual se vayan a instalar.
PORTONES CORREDIZOS
El automatizador para portones corredizos, por ejemplo, está proyectado para portones de hasta 400 kilos de peso, y provisto con una central microprocesada incorporada; la posibilidad de pasarlo al sistema manual para destrabarlo mediante una llave; y un freno electrónico a través del cual la central de comando envía una pequeña tensión reversa al motor, permitiendo que frene suavemente para evitar daños prematuros en la mecánica y aumentando tanto la eficiencia como la velocidad de apertura del portón.
Otra de sus características salientes es que en caso de que se presentara alguna obstrucción durante el cierre del portón, un dispositivo de reverso automática invierte su marcha para que el portón se abra y el riesgo de accidentes sea nulo.
LEVADIZOS
El automatizador levadizo vertical se instala en la columna lateral del portón; en caso de que el ancho sea inferior a los cuatro metros es recomendable colocar un solo automatizador. En cambio, para aquellos con una longitud superior a los cuatro metros, entonces sí conviene instalar dos.
Se aplica para portones levadizos con contrapeso embutido de una hoja rígida sin articulación basado en un riel de aluminio con sistema de canaleta que no necesita perforación propiciando una instalación más rápida.
Automatizador para portones corredizos con aplicación aérea
Es un producto de uso residencial y desarrollado para lugares donde existe preferencia por la automatización aérea en función de las condiciones de instalación y estética. El sistema permite una apertura silenciosa y rápida y es un automatizador eficiente para portones de hasta cuatro metros de ancho.
El riel de aluminio con sistema de canaleta no necesita perforación para el encaje y se puede instalar a ambos lados del portón. Tiene un sistema de destrabamiento simple y se puede aplicar en portones con dos hojas paralelas contrarias.
Automatizador para portones batientes internos y externos
Es un sistema de accionamiento simultáneo para portones batientes con dos hojas con apertura interna o externa. Está accionado por un huso que propicia un deslizamiento con un nivel de ruido imperceptible.
Automatizador para portones batientes industriales
Es un equipo que se utiliza para automatizar portones batientes de un tamaño superior a los cuatro metros, posee un freno eléctrico que se puede regular de acuerdo al peso del portón, y cuenta con un dispositivo de retroceso automático, que en caso de que en el cierre del portón ocurriera una obstrucción, el portón invertiría la marcha. Además, ante la eventualidad de un corte de luz, permite su apertura en forma manual.
Barrera simple o articulada
Las barreras automáticas son un recurso importante para garantizar la seguridad de flujo en las compañías, shopping, exposiciones, clubes, aeropuertos, almacenes, hospitales, estacionamientos, etc.
Puede ser simple, y en ese caso poseer un largo de hasta 6 metros; o articulada de hasta 5 metros. Las lanzas son producidas en aluminio y el cuerpo en chapa de acero galvanizado con pintura a polvo (poliéster) que garantiza gran resistencia a la acción del tiempo.
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