15 de octubre 2001 - 00:00

Más potencia para un clásico

Más potencia para un clásico
Más allá de los gustos personales, si hay algo que distinguió de entrada al BMW Z3 es su espectacular diseño, logrando seducir a través de su estética a miles de personas. El punto que debió ser mejorado con el tiempo, desde su nacimiento en el año 1996, es su potencia. De hecho, las primeras versiones tenían dos motores: uno de 1.800 cm3 y 115 CV, y otro de 1.900 cm3 de 140 CV; los dos con cuatro cilindros. Para muchos usuarios les faltaba fuerza. En 1999 llegó su primer restyling con el motor de dos litros y 150 CV. Por otro lado, sus medidas exteriores crecieron: 25 milímetros más largo, 27 mm más alto y 48 mm más ancho. Hoy, en la Argentina ya se puede disfrutar del nuevo motor de 2.171 cm3 y 170 CV, con lo cual los amantes de la marca pueden sentirse satisfechos como pudimos comprobarlo en nuestra prueba exclusiva, en España.

El primer punto que valoramos es su excelente posición de manejo. Tiene un espacio para las piernas mayor a lo acostumbrado para este tipo de autos y el asiento, con regulación eléctrica en altura y longitud, dispone de una envidiable sujeción lateral.

La ergonomía en reglas generales ha sido muy cuidada y existe una serie de botones y mandos creados especialmente para este modelo como los que activan las luces; sin embargo, siguen mal ubicados los comandos para los levantacristales eléctricos que se encuentran bordeando la palanca de cambios en una posición no tan intuitiva.

Como todo roadster, la vida a bordo ha sido preparada para dos personas, sólo conductor y acompañante, que disponen de un espacio más que suficiente para acomodarse a gusto en su interior, pero la capacidad del baúl, que permite guardar una valija grande y una mochila, o dos mochilas y un bolso mediano, es escasa comparándola con otros rivales de su segmento.

A propósito, al igual que muchos cabriolet dispone de una incomodidad que ya debería ser solucionada. Se trata del cubrecapota, que en otros modelos, por ejemplo en el Alfa Romeo Spyder o en el BMW 330i cabrio, tienen una tapa plástica que se levanta eléctricamente y se baja luego de la capota para brindar un aspecto elegante y al mismo tiempo cuidarla.

En este caso, hay que engancharla y sacarla con la mano, con el inconveniente de que no se puede guardar cómodamente en el baúl, eliminando espacio, que no sobra, y practicidad. Más allá de este inconveniente, la satisfacción de tenerlo comienza por conducirlo. Es uno de esos autos que uno desea inventarse recorrer el camino más largo para no bajarse nunca de él.

El motor, con 2.171 cm3, entrega nada menos que 170 CV, que están dispuestos a dar con la caja automática 220 km/h de velocidad máxima y acelerar de 0 a 100 en 8,9 segundos. Esta versión fue la probada por nosotros y se destacan los reprises en cualquier condición de marcha. Con caja manual, la compañía anuncia 224 km/h y 7,9 segundos para llegar a los 100 con partida detenida.

Los consumos son adecuados pero circulando a velocidades elevadas la autonomía es un poco escasa por su tanque de combustible pequeño. La insonorización es efectiva, aunque vale la pena aclarar que esta clase de autos se realizan con un cierto ruido deportivo, a propósito, modificando la terminal del escape.

•Así da gusto

El comportamiento dinámico es fantástico, brindando siempre una gran confianza por su aplomo y la suavidad de marcha que le otorga el seis cilindros unida a una potencia destacable, se complementan para ofrecer un andar inolvidable. Si se busca sacarle el máximo rendimiento aparecen algunas reacciones nerviosas y una dirección muy directa, quizás un poco excesiva, que pueden ser parte de su diversión de manejo, pero el conductor tiene que ser experimentado para sacarle un buen provecho en el andar extremo. Los frenos responden siempre enérgicamente y el pedal ofrece un recorrido ideal.

El ABS trabaja en forma eficaz y los 37,2 metros que necesita para detenerse de 100 kilómetros por hora a 0 hablan por sí solos de su eficacia. De serie cuenta con una caja manual de 5 velocidades y la unidad probada contaba con la caja automática Steptronic con función manual secuencial de cinco marchas, que es opcional y cuesta 3.500 dólares. Como escribimos en otras oportunidades, todavía no son suficientemente rápidas en los rebajes, pero en este caso es más rápida que la Tiptronic de Porsche, que también utilizan muchos Audi y el Passat V6. La terminación y la calidad de sus materiales son destacables y la solidez estructural es buena, pero es un punto que históricamente los cabriolet no están a la altura de los autos cerrados y en caminos desparejos aparecen algunos ruidos. El equipamiento responde a lo que se pide por él y se destacan los airbag frontales y laterales, el equipo de audio con CD de muy buen sonido y con 10 parlantes, aire acondicionado, cierre centralizado de puertas con comando a distancia y alarma antirrobo incorporada, accionamiento electro hidráulico de la capota y la citada regulación eléctrica de los asientos. Uno de sus fuertes argumentos es el precio de 49.900 dólares, con el cual tiene una diferencia abismal de 24.900 pesos con su gran competidor, el Mercedes SLK, que en la Argentina se trae con un motor más potente de 197 CV, pero a un costo excesivo de 74.800 dólares. En suma, la nueva versión confirma los dones genéticos con los cuales salen los productos BMW, y si le gusta conducir y puede destinar más de 50.000 dólares en un auto no existen dudas de que el Z3 lo llevará a conocer el placer.

Dejá tu comentario