• ALGUNOS FUNCIONARIOS NO TIENEN CARGO TRAS RECORTE DE 20% DE ENERO Dejó ayer el elenco oficial un funcionario que quiso ser clave en el área económica y quizás el BCRA, pero no lo logró. La salida venía preparada.
La decisión de Mauricio Macri de reducir 20% los altos cargos en la estructura de gobierno se anunció el 28 de enero pasado. Ese día, que en medio de las actuales tormentas por el déficit, el dólar y el gasto quedó bastante en el olvido, el Presidente anunció su primera medida de austeridad dentro del gabinete. No era la necesidad de un ajuste decretado a la fuerza por el mercado lo que impulsaba ese anuncio, aunque sí un intento por dar muestras de austeridad en momentos en que los aumentos de tarifas y el dólar ya complicaban el ambiente. Gracias a esa decisión se lograría un recorte de 600 puestos y una baja de 20% en los 22 ministerios, muchos de ellos creados en la era Macri.
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Cuando se dispuso ejecutar la medida, tras un trabajo que se ordenó hacer a cada ministerio sobre donde debía pasar el bisturí, muchos funcionarios por aplicación de ese recorte quedaron sin cargo. Hubo que apelar a nombramientos de urgencia como asesores para que pudieran continuar trabajando en la administración pública, inclusive cumpliendo las mismas tareas que antes, pero sin el rango.
Ese fue el caso de Vladimir Werning, que ayer, mientras Nicolás Dujovne presidía su primer gabinete económico como coordinador, anunciaba su renuncia y pase a la actividad privada. Werning informó que resignaba el cargo de "subsecretario de Coordinación y Análisis Económico de la Secretaría de Coordinación Interministerial en la Jefatura de Gabinete". Más allá de la extensión del nombre, en la Casa Rosada juraban ayer que en realidad esa chapa no podía exhibirse desde hace tiempo en su oficina porque gracias al recorte de enero revistaba legalmente como asesor.
Los días de renuncias son especialmente nutridos de anécdotas en el poder y de ahí su valor periodístico. Cuentan también en esos pasillos que había bastante malestar en que Werning apareciera nombrado habitualmente como "la mano derecha" de Mario Quintana, con sospechas claras sobre quién había originado ese rango creado.
Como sea, no fue un buen día ayer para esa ala del poder. Dujovne se sentó rodeado por Luis Etchevehere, Rogelio Frigerio, Luis Caputo, Juan José Aranguren, Jorge Triaca, Andrés Ibarra y Francisco Cabrera (sólo faltaron Gustavo Santos y Guillermo Dietrich por problemas de agenda justificados) en su nuevo rol de coordinador; pero delante de él (aseguran que con sorpresa) se ubicaron también Quintana y Gustavo Lopetegui. Mientras el asesor abandonaba la Casa Rosada, Quintana también pasaba por medios para dar explicaciones sobre sus tenencias en Farmacity. Cada movimiento que se dio ayer fue un símbolo de los cambios que Macri quiso mostrar: desde la salida de un funcionario como Werning, que llegó a pensar que hasta podría ocupar el sillón de Federico Sturzenegger en el Banco Central, hasta la demostración de que todos en la Casa Rosada, sin excepción, están a tiro de decreto o de un mero llamado telefónico desde el despacho del Presidente.
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