5 de febrero 2020 - 00:00

Agenda activa: gobernadores regionalizan manejo del agua

Cumbre hoy en Chaco de Jorge Capitanich, Omar Perotti y Gerardo Zamora en pos de ordenar cuenca de Bajos Submeridionales. Avanza intervención provincial en Hidrovía. Crece puja por presa en Mendoza.

Jorge Capitanich, Omar Perotti y Gerardo Zamora.

Jorge Capitanich, Omar Perotti y Gerardo Zamora.

La preocupación de las provincias por sus recursos hídricos -por su escasez o exceso, y por el impacto económico regional- se instaló de manera clara en la agenda de los gobernadores tras el recambio de poder del 10 de diciembre, y ya es motor de armados regionales, no exentos de conflictos en algunos casos y en los que interviene la Casa Rosada.

Por debajo de las urgencias locales más visibilizadas y atadas a la crisis nacional avanza así un intenso tejido de contactos entre mandatarios fomentado -afirman desde despachos provinciales- por el propio Alberto Fernández, bajo la premisa de potenciar la participación de los distritos y su trabajo en bloque, en pos de abordar a soluciones de carácter regional.

Una de esas postales quedará delineada hoy, la mano de una reunión en Resistencia en la que el peronista Jorge Capitanich oficiará de anfitrión al recibir a sus pares de Santa Fe, el también justicialista Omar Perotti, y de Santiago del Estero, Gerardo Zamora (Frente Cívico), con foco en avanzar en un mejor ordenamiento y funcionamiento de la cuenca de los Bajos Submeridionales. A esa mesa -a las 11.30- se sentará también el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro.

“La idea central es promover un plan director de carácter integral”, aseguró ayer Capitanich a Ámbito Financiero, además de destacar que la estrategia está directamente ligada a “fomentar fuentes de financiamiento con organismos multilaterales de crédito” y a “definir obras y un plan de acción para promover el desarrollo productivo de la región”.

La cuenta involucra a 5,4 millones de hectáreas en esas tres provincias y está marcada por los problemas de drenaje.

“El Presidente nos pidió que nos ocupemos de la regulación de los Bajos Submeridionales, de la hidrovía Paraná - Paraguay y de potenciar el desarrollo agropecuario sobre la base de una política de alcance federal”, había asegurado días atrás Capitanich, quien cultiva la premisa de que “la integración de las provincias para el desarrollo de las economías es clave”. “Es necesaria una reestructuración regional de Argentina para que las provincias que integran cada una de las regiones tengan políticas en común y activas”, enfatiza.

Bajo esa línea, precisamente, los gobernadores del Nordeste vienen de cosechar en diciembre pasado el guiño de Fernández para que las provincias puedan participar de la administración de la estratégica hidrovía Paraná-Paraguay,

A fines de enero, Perotti y el Fiscal de Estado de Entre Ríos, Julio Rodríguez Signes, analizaron la senda de la organización jurídica en pos de ese objetivo. Según el Fiscal del distrito que gobierna el justicialista Gustavo Bordet, una de las posibilidades es la firma de un tratado interprovincial “para poder, desde esa posición, plantear las cuestiones de profundidad, navegabilidad, ambientales y de uso del recurso”.

En esa línea, evaluaron la posibilidad de constituir la “Región Hidrovía”. Según la información que barajan en despachos provinciales, Fernández evalúa crear por decreto la Agencia Nacional de Hidrovía, presidida por un miembro del Ejecutivo nacional y con participación de las provincias para intervenir en su licitación y control.

Por esa estratégica vía -que involucra a las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones y cuya concesión vence en 2021- transitan exportaciones paraguayas, del sur de Brasil y gran parte de las exportaciones argentinas.

En esa movida regional priman las coincidencias de los gobernadores. En cambio, otro armado que crece en paralelo, también en torno de recursos hídricos, está marcado por la tensión: la transferencia días atrás -ya pautada desde la gestión de Mauricio Macri- a Mendoza de cerca de u$s14 millones para financiar la construcción de la represa Portezuelo del Viento profundizó un ríspido conflicto interprovincial por el manejo del agua -un bien vital y escaso en esa región- que ahora hereda Fernández.

La nueva estocada la dio el Gobierno del justicialista pampeano Sergio Ziliotto, quien decidió ampliar la demanda contra Mendoza y contra Nación ante la Corte Suprema por la construcción de esa represa, y en pos de que se despliegue antes un estudio ambiental aprobado por un ente regional. A la queja sumó el Gobierno de la rionegrina Arabela Carreras, preocupado también por el alicaído caudal del Río Colorado, afluente del Río Grande, donde se emplazará la presa a la que ven como foco potenciador de la escasez de agua de la región. Por eso pidieron que Nación las convoque para resolver el entuerto junto a las otras tres provincias involucradas en esa cuenca: la propia Mendoza (del radical Rodolfo Suarez), Neuquén (Omar Gutiérrez) y Buenos Aires (Axel Kifillof).

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