22 de diciembre 2003 - 00:00
La pelea llegó al gallinero
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La disputa por el pago a los municipales -una caja de alrededor de $ 1.500.000 para 2.500 empleados- hizo zozobrar un encuentro previsto entre Quintela y el hombre con quien tiene mejor relación en el gobierno, el vicegobernador y jefe de Gabinete, Luis Beder Herrera.
Como en La Rioja no hay coparticipación entre provincia y municipios, la mejor venganza que hasta ahora encontró el intendente capitalino fue instruir a los inspectores para que multen a todas aquellas familias que tengan en sus viviendas pollos entregados por Bengolea, aunque muchos se preguntan qué culpa tendrán los pollos y más aún las personas que los necesitan.
La seducción de Beder Herrera con Quintela no pudo con la posición pública asumida por Maza, quien reiteró que no está dispuesto a ceder en la centralización del pago de los salarios municipales en la provincia.
A su vez, Quintela aseguró que no enviará las planillas para el pago de haberes de este mes de los empleados municipales al Ministerio de Hacienda y Obras Públicas, lo que podría desembocar en una presión extra a la mala relación con Maza.
Fundamentalmente, porque los trabajadores querrán cobrar y esa situación terminaría en que el gobierno provincial envíe los recursos por la misma presión para que no se produzcan males mayores.
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