11 de diciembre 2023 - 00:00

Una nueva década en Vaca Muerta: queremos seguir invirtiendo en Argentina

Bajo el sol radiante. Shell organizó un evento en medio del desierto de Vaca Muerta para 500 invitados y a metros de la planta de tratamiento de crudo de Sierras Blancas, donde se inicia el nuevo oleducto que llega a Allen, en Río Negro. Los organizadores montaron un enorme escenario, dos carpas para los participantes, un espacio contenedor especial y refrigerado para la prensa  y decenas de baños químicos. 

Bajo el sol radiante. Shell organizó un evento en medio del desierto de Vaca Muerta para 500 invitados y a metros de la planta de tratamiento de crudo de Sierras Blancas, donde se inicia el nuevo oleducto que llega a Allen, en Río Negro. Los organizadores montaron un enorme escenario, dos carpas para los participantes, un espacio contenedor especial y refrigerado para la prensa  y decenas de baños químicos. 

Vaca Muerta ya está en desarrollo, pero el trabajo no está terminado. Sus características geológicas de escala mundial fueron comprobadas, su extraordinaria productividad se evidencia todos los meses en nuevos récords de producción y su potencial se ratifica en cada anuncio de inversión y nuevo lanzamiento de proyecto.

En este contexto cumplimos en 2023 la primera década desde nuestro primer descubrimiento de petróleo en Vaca Muerta y 109 años en la Argentina.

Nuestra trayectoria en el país y nuestra experiencia en la cuenca están a la vista. Con cuatro bloques operados en desarrollo masivo y tres adicionales no operados, somos uno de los mayores productores privados de petróleo no convencional en la Cuenca Neuquina, destinando gran parte de esa producción a abastecer la energía que demanda el país.

Inversiones

En pos de seguir creciendo, en consorcio con PAE y Pluspetrol, pusimos en marcha el oleoducto Sierras Blancas-Allen, de 105 km de extensión y capacidad de transportar hasta 125.000 barriles de petróleo por día (20.000 m3). Es la primera inversión en midstream que hacemos en el país y la primera 100% privada que se hace para contribuir a ampliar la capacidad de evacuación en Vaca Muerta, uno de los grandes desafíos técnicos que enfrenta la cuenca ante el crecimiento de la producción.

Pero el potencial de Vaca Muerta va más allá del mercado doméstico. Junto con otros productores de la cuenca reestablecimos este año la exportación de petróleo a Chile a través del Oleoducto Trasandino y por barco al resto del mundo, y enviamos también gas a Chile.

Cerramos el año con mucho orgullo por lo que hemos logrado y con grandes expectativas para los proyectos de gran envergadura que tenemos en curso para el próximo año. Principalmente, la primera planta de procesamiento de crudo y gas en Bajada de Añelo, con una capacidad de 15.000 barriles diarios que se añadirá a los 42.000 barriles de capacidad instalada que tenemos en nuestras dos plantas en Sierras Blancas. También seguiremos trabajando con nuestros socio para continuar el desarrollo de nuestro portafolio no operado en Bandurria Sur (YPF y Equinor) y en Rincón La Ceniza/La Escalonada (Total).

Potencial

Vaca Muerta ya es una realidad sectorial. El desafío ahora es llevar su potencial a la escala nacional e internacional para contribuir al desarrollo argentino. Está en la Cuenca Neuquina la oportunidad única de abastecer la demanda de energía doméstica y generar al mismo tiempo saldos exportables de gas y petróleo que el mundo necesita, convirtiendo los recursos locales en riqueza, para el desarrollo del país, el beneficio de la provincia y el bienestar de toda la población.

Un marco regulatorio estable y previsible en el tiempo, un régimen fiscal favorable a las inversiones, acceso a divisas y acercamiento a precios internacionales son algunos de los factores que brindarán competitividad a las inversiones que requerirá Vaca Muerta para alcanzar un rol determinante en la Argentina y el mundo. Llevamos invertidos más de 3.000 millones de dólares en la cuenca y esperamos seguir invirtiendo más para ver ese futuro realizarse.

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