22 de enero 2007 - 00:00

Crece polémica por semillas

Miguel Campos
Miguel Campos
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPyA) destacó que ante una «tendenciosa campaña mediática de la multinacional Monsanto» que intenta «violar la normativa argentina sobre semillas», el Estado argentino defiende el pago de regalías «sólo si el evento estuviera patentado».

«No es el caso de la soja RR que se siembra en nuestro país», señaló una declaración del secretario Miguel Campos.

Ante «la tendenciosa campaña mediática implementada por la multinacional Monsanto para favorecer sus espurios intereses, intentando violar la normativa argentina de semillas» -informó la SAGPyA- se debe aclarar que el Estado defiende el pago de regalías para la propiedad intelectual, «si y sólo si el evento estuviera patentado».

Campos subrayó que «no es el caso de la soja RR que se siembra en el país» y dejó en claro que «la empresa Monsanto no tiene patente en la Argentina para la soja RR y que tampoco la patente que ostenta la empresa en la Unión Europea alcanza a los subproductos como es el caso de la harina».

Cabe recordar que en agosto de 2006 la Dirección General de Mercado Interno de la Comisión Europea confirmó la interpretación del gobierno argentino en el sentido de que la harina de soja RR que se importa a la Unión Europea no infringe la patente de la empresa Monsanto.

Al respecto detalla: «no es suficiente que la información genética se haya incorporado en el producto y que esté siempre presente en el mismo, sino que además es necesario que esta información genética ejerza su función».

El organismo europeo continúa diciendo: «por consiguiente, la protección de la patente no puede extenderse a los productos derivados en los cuales la información genética es residual y no ejerce ya función».

Este respaldo a la posición del gobierno argentino, apoyada en sólidos argumentos legales y técnicos, logró que las aduanas europeas resolvieran destrabar la injusta detención de barcos con harina de soja de origen argentino en los puertos de ese continente, lo que perjudicaba profundamente a nuestros productores.

  • Confusión

    «Por eso no llama la atención el esfuerzo que realiza Monsanto utilizando incluso productores de soja estadounidense en la sede de la embajada de Estados Unidos de América en nuestro país, para sembrar confusión intentando engañar a la población argentina sobre la legitimidad de los derechos de nuestros productores amparados por la Ley de Semillas» dijo Campos.

    La referida ley --advierte Campos-«es clara y contundente cuando establece que el pago de regalías se realiza sobre eventos transgénicos patentados bajo su normativa».

    «Al no encontrar eco ni en los ámbitos jurídicos nacionales ni en los internacionales --continúo Campos-, Monsanto intimida a nuestros productores queriendo hacerlescreer que, si no se avienen a pagaralgún tipo de resarcimiento no merecido, perderán el tren de las ventajas competitivas resultantes de la biotecnología».

    «La Argentina y este gobierno demuestran a diario que apuestan al desarrollo sustentado en la biotecnología y que son capaces de generar este tipo de tecnologías desde bases científicotecnológicas propias», enfatizó el funcionario.

    «Cuando un producto ostente una patente, cualquiera sea su procedencia, las regalías serán reconocidas.

    El pago de patentes es un derecho y como tal no puede pretenderse por la fuerza», concluyó el secretario.
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