23 de octubre 2001 - 00:00

Malo: el aumento del área sojera sólo alcanzará 5%

Malo: el aumento del área sojera sólo alcanzará 5%
El área destinada al cultivo de soja para este año aumentaría 5% en relación con el período anterior. Se espera que se siembren 10.988.000 hectáreas -contra 10.465.000 hectáreas sembradas el año pasado-. Estos guarismos se encuentran bastante lejos de los optimistas manifiestos de los futurólogos oficiales, quienes indican un área de 11.200.000 hectáreas y una producción de más de 29.000.000 de toneladas.

En tanto, los operadores granarios y los propios productores agropecuarios realizan estos cálculos con más certeza, utilizando el sentido común, sopesando la realidad de los hechos y no deseos optimistas en búsqueda de protagonismos públicos.

De confirmarse estos volúmenes de siembra, se puede estimar una posible producción de 26.970.000 toneladas de soja para el próximo año. Porque a pesar de que muchos productores no podrán terminar de sembrar el girasol y el maíz, no es tan sencillo tomar la decisión de cambiar de grano, y pasar rápidamente a sembrar soja. Muchos intentarán resembrar -ya sea el maíz como el girasol-buscando defender semillas que conocen en sus rindes y calidades. Debemos destacar que este año a los productores que sembraron soja en zonas marginales -o que no son específicamente para soja-no les fue nada bien.

Mal recuerdo

Al contrario, para muchos productores la «experiencia soja» pasó a ser un mal recuerdo, por los montos invertidos que luego no se pudieron recuperar. «Más vale malo conocido que bueno por conocer...», comentaba un productor de la zona de Benito Juárez, sur de la provincia de Buenos Aires.

Los que están acostumbrados a sembrar
girasol y maíz, sabiendo que los rindes y la calidad comercial son óptimos en su región, difícilmente cambien a último momento a probar con la siembra de soja. Queda bien claro que este año no es el más propicio como para realizar ningún tipo de pruebas de cambio de cultivos. Además, las posibilidades de financiamiento por parte de los productores rurales son cada vez más difíciles. No solamente los bancos cerraron toda chance de otorgar créditos a la producción, sino también se agregan los vendedores de insumos, de semillas, los acopios, cooperativas y corredores, quienes no tienen ninguna oportunidad de prestar di-nero a nadie.

En relación con este tema, existe mucha preocupación manifiesta entre los operadores granarios de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, donde ven cómo día tras día la cosecha 2001/'02 se achica notablemente. Al disminuir las áreas sembradas, disminuyen los guarismos previstos de producción futura. Debemos considerar que muchos «comerciales» prestaron dinero contra los volúmenes a cosechar y, en el caso de los acopiadores y corredores, sobre los volúmenes a comercializar.

Recuperación

De esta forma, puede ocurrir que con el trigo apenas se puedan recuperar 50% de los montos prestados, que se debían recibir antes de enero de 2002.

Algo similar se prevé que ocurra con las deudas a la zafra de la gruesa.
Otro importante motivo que influye notablemente en la decisión de la siembra de soja pasa por el conocimiento de los malos pronósticos del tiempo, que predicen lluvias abundantes en pleno momento de cosecha de la oleaginosa. Bien conocen los productores qué es lo que ocurre con la soja cuando en abril comienza a llover periódicamente cada 72 horas.

El último y quizá más influyente motivo son
los valores a los cuales se cotiza la soja para mayo de 2002. En la actualidad, está a u$s 151/t, cuando el girasol marzo -mes referencial de cosecha-cotiza a u$s 189/t. Muchos opinan que se debe esperar que pase el tiempo para ver la evolución del área que se destinará definitivamente a la siembra de soja, pero otros indican que el paso del tiempo nada bueno puede ocasionar, por el gran caudal de agua que viene escurriendo desde el sur cordobés hacia La Picasa, y cuando rebase, esa masa hídrica avanzará con rapidez hacia el oeste y centro de la provincia de Buenos Aires, complicando aún más la actual situación productiva de la pampa húmeda.

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