Malo: el aumento del área sojera sólo alcanzará 5%

Los que están acostumbrados a sembrar girasol y maíz, sabiendo que los rindes y la calidad comercial son óptimos en su región, difícilmente cambien a último momento a probar con la siembra de soja. Queda bien claro que este año no es el más propicio como para realizar ningún tipo de pruebas de cambio de cultivos. Además, las posibilidades de financiamiento por parte de los productores rurales son cada vez más difíciles. No solamente los bancos cerraron toda chance de otorgar créditos a la producción, sino también se agregan los vendedores de insumos, de semillas, los acopios, cooperativas y corredores, quienes no tienen ninguna oportunidad de prestar di-nero a nadie.
En relación con este tema, existe mucha preocupación manifiesta entre los operadores granarios de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, donde ven cómo día tras día la cosecha 2001/'02 se achica notablemente. Al disminuir las áreas sembradas, disminuyen los guarismos previstos de producción futura. Debemos considerar que muchos «comerciales» prestaron dinero contra los volúmenes a cosechar y, en el caso de los acopiadores y corredores, sobre los volúmenes a comercializar.
Recuperación
De esta forma, puede ocurrir que con el trigo apenas se puedan recuperar 50% de los montos prestados, que se debían recibir antes de enero de 2002.
Algo similar se prevé que ocurra con las deudas a la zafra de la gruesa. Otro importante motivo que influye notablemente en la decisión de la siembra de soja pasa por el conocimiento de los malos pronósticos del tiempo, que predicen lluvias abundantes en pleno momento de cosecha de la oleaginosa. Bien conocen los productores qué es lo que ocurre con la soja cuando en abril comienza a llover periódicamente cada 72 horas.
El último y quizá más influyente motivo son los valores a los cuales se cotiza la soja para mayo de 2002. En la actualidad, está a u$s 151/t, cuando el girasol marzo -mes referencial de cosecha-cotiza a u$s 189/t. Muchos opinan que se debe esperar que pase el tiempo para ver la evolución del área que se destinará definitivamente a la siembra de soja, pero otros indican que el paso del tiempo nada bueno puede ocasionar, por el gran caudal de agua que viene escurriendo desde el sur cordobés hacia La Picasa, y cuando rebase, esa masa hídrica avanzará con rapidez hacia el oeste y centro de la provincia de Buenos Aires, complicando aún más la actual situación productiva de la pampa húmeda.
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