10 de abril 2006 - 00:00

Vibró Palermo con la fiesta anual de "Nuestros Caballos"

El campeonato de Pato Horseball logró récord de asistentes a las tribunas de la pista central durante la muestra Nuestros Caballos (arriba). Actividades, competencias y recreación hicieron las delicias del público y atrajeron a quienes generalmente no están vinculados con el mundo del caballo (centro). Las demostraciones ecuestres y las actividades artísticas también formaron parte de la muestra equina más importante de Latinoamérica (abajo).
El campeonato de Pato Horseball logró récord de asistentes a las tribunas de la pista central durante la muestra "Nuestros Caballos" (arriba). Actividades, competencias y recreación hicieron las delicias del público y atrajeron a quienes generalmente no están vinculados con el mundo del caballo (centro). Las demostraciones ecuestres y las actividades artísticas también formaron parte de la muestra equina más importante de Latinoamérica (abajo).
Terminó ayer en Buenos Aires la muestra equina más grande de Sudamérica. Un evento que ya se hizo costumbre en el calendario del campo argentino y es ahora también, dicen los que saben, un hito en la agenda de la industria del caballo ya que reúne desde la producción hasta la provisión de insumos y sus comercios periféricos.

«Nuestros Caballos» nació el año pasado ante la necesidad de generar en el país una plaza que compita en el rubro con lo más granado de las muestras equinas. Y logró reunir, en esta oportunidad, alrededor de 1.000 animales en sólo 9 jornadas, un catálogo de lo mejor que se cría en el país.

En esta edición 2006, organizada por las asociaciones de criadores y La Rural Predio Ferial, ya bajo la conducción de Claudio Dowdall como gerente general tras la reciente reestructuración, logró concentrar el interés de los hombres de campo y de quienes desde las urbe aprecian la actividad equina. Entonces, las más importantes razas del país estuvieron presentes en la exposición: Criolla, Arabe, Polo Argentino, Cuarto de Milla, Silla Argentino, Hackney, Appaloosa y Peruano de Paso tuvieron activa participación tanto en competencias como en actividades recreativas.

  • Atracción

  • Una de los hechos más vibrantes de la exposición fue, sin dudas, el Primer Mundial de Pato Horseball que logró reunir récord de público en la tradicional Pista Central de Palermo. Y si bien hubo equipos representativos a nivel mundial (Austria, Alemania, Francia, Italia, España, Inglaterra, EE.UU. Canadá y Brasil), fueron las selecciones de la Argentina y de Portugal las que llegaron a la final que se realizó ayer poco después del mediodía. ¿El resultado? Portugal se consagró campeón con «gol de oro», luego de haber empatado ambos equipos en 7. Una anécdota luego de una semana en la que Palermo concentró el mayor entusiasmo deportivo en un rubro poco conocido y que despertó curiosidad. El torneo, que fue organizado por La Rural junto a la Federación Internacional de Horseball y la Federación Argentina de Pato, permitió atraer a las actividades « rurales» a muchos espectadores de Buenos Aires. La inauguración oficial, menos pretenciosa que la ya legendaria que realiza anualmente la Sociedad Rural Argentina durante agosto en el mismo predio, fue encabezada por el titular de La Rural, Luciano Miguens, criador, entre otras actividades, de caballos criollos. El dirigente no quiso desaprovechar la tribuna para explayarse sobre el acuerdo celebrado entre el gobierno nacional y los representantes de la cadena de la carne vacuna. Y dijo entender la preocupación del gobierno: «La carne es uno de los bienes de mayor incidencia en el índice de inflación: un aumento de 10% en su precio se traduce en un incremento de 0,45% en el IPC. También repercute en los pagos por amortizaciones de la deuda externa, ajustables según el índice CER» (Coeficiente de Estabilización de Referencia)» remarcó Miguens.

    El dirigente rural ( representante de la entidad histórica que en las últimas semanas debió soportar desde agresiones verbales del Presidente de la Nación, por caso cuando acusó a La Rural de «golpista» y de «oligarquía vacuna», rememorando viejos enfrentamientos largamente superados por la sociedad, y que en las últimas jornadas previas al acuerdo hasta recibieron «escraches» impulsores del consumo de pollo en contra de la producción ganadera de carne vacuna) se mostró predispuesto a explicar esta etapa de conciliación entre el campo y el gobierno. «Creemos que el acuerdo alcanzado es el más razonable dentro del conjunto de intereses, a veces legítimamente diversos, a veces lamentablemente contrapuestos», explicó. «Desde la Sociedad Rural, como entidad decanadel campo, además del levantamiento a las restricciones a la exportación de carne, nos propusimos dotar al acuerdo de dos compromisos que para nosotros resultaban indeclinables: la suspensión del peso mínimo de faena, una de las causas más directas del reciente aumento de los precios de la carne, y la inclusión de un Plan Estratégico Ganadero, única solución de fondo para este problema», se explayó Miguens durante la inauguración oficial de «Nuestros Caballos». Y explicó que la liberalización, paulatina, será para los cortes de alto valor, enfriados, congelados, termoprocesados y para las categorías vacas, toros y novillos de menor calidad. Además, se analizará un cupo de 30% de lo exportado en 2005 de cortes del cuarto delantero, que también serían liberados a la exportación».

    En relación con el escenario que lo albergaba, Miguens indicó que «las Asociaciones de criadores de equinos, en el marco de la iniciativa privada y con un ponderable esfuerzo registran e identifican genéticamente a 16% de las existencias equinas de nuestro país, ofreciendo así reproductores que incidirán en el mejoramiento global de la producción equina nacional volcada al trabajo, el deporte o el esparcimiento».

    Conocedor del tema, el dirigente también indicó que en la Argentina «contamos con algo más de 6% de la población mundial equina. Nos espera un mercado de la UE que mueve más de 7 mil millones de euros en el desarrollo de sus deportes ecuestres y que importa por unos 500 millones de euros por año». Motivo suficiente para empezar a considerar la actividad y evitar desinteligencias que frenen el desarrollo productivo y la expansión de los criadores.

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