Javier Saviola y Fabricio Coloccini besan la copa.
Que más se le podía pedir a este juvenil Sub-20, ¿quién puede plantarse hoy a hacer algúna disquisición sobre sus jugadores?; ¿quién puede decir dónde estuvo la mayor virtud en esta serie de triunfos -contundentes casi todos-e inobjetables sin excepción? Se podrá hablar de individualidades, de un trabajo de conjunto que fue creciendo un partido tras otro, del espíritu de cooperación, de gran sacrificio, de una modalidad de juego difícil de superar, de una triangulación (y a veces pressing) para hacerse de la pelota, ganar en la marca y «fabricar» situaciones claras ante el arco adversario.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Cierto es que todo esto es una síntesis global. No fue una constante, pero con intermitencias, con altibajos, con sacrificio (cuando la pelota no se encontraba) se fueron mostrando una a una esas virtudes y terminó modelando este título incuestionable. Tanto que a esta altura no se podrá decir si la solvencia -con sabor a patronato-de Coloccini o la seguridad de Burdisso o Colotto fueron más (o menos) que la enorme capacidad de Saviola, los arranques de Romagnoli (tal vez el más intermitente) y el feliz descubrimiento de ese talentoso llamado D'Alessandro, para resolver en ataque.
No lo hicieron todos juntos o por lo menos al mismo tiempo, como si se turnaran para que el rival nunca tuviera un objetivo cierto para ir a marcar a un jugador desequilibrante. Simplemente porque a todos ellos habrá que sumarles jugadores de la capacidad y el despliegue de Maximiliano Rodríguez, el infatigable andar de Ponzio, la marca implacable de Arca, además de los que se fueron subiendo al tren de los aciertos: Caballero, Cetto, Medina (cada partido dando un poco más), Seltzer, Ahumada y el diminuto Rosales que siempre se presentó como un jeroglífico difícil de resolver para cualquier adversario.
Este Sub-20 de Pekerman ganó con prestancia y jerarquía. Categórico cuando encontró caminos rápidos de gol, trabajoso cuando el panorama no aparecía claro, esquemático como ayer cuando le entregó la pelota a los jugadores de Ghana para seguir en contraataque. Tuvo la virtud de ir en busca del gol casi con la primera jugada. Como lo hizo ante el complicadísimo conjunto de China, frente al durísimo (y mal intencionado) equipo de Francia -campeón de Europa-que debió tomar las valijas cuando hicieron hasta lo impensado (vía su técnico) por ensuciar el juego para llevarse esta Copa, o ayer -en la final-el mismo conjunto de Ghana, minado de jugadores (que parecían Sub-30) que daba la impresión de que fueron ellos mismos caminando a su Registro Civil (o como se llame en su país) para avisar que habían nacido.
Frente a estos futbolistas rústicos, pero de gran talla, los jugadores de Argentina resolvieron el encuentro con contundencia, cuando se sabía que era un equipo difícil de «entrarle» en defensa. Tal vez analizando la actuación del torneo se descontaba el triunfo, pero los partidos hay que jugarlos. Algunos suspicaces dejan entrever que este torneo no tuvo gran nivel en los equipos que se presentaron a escena.
Recordemos que entre los visitantes lo hicieron Alemania, la Holanda de Van Gaal, los supercampeones de Francia, Brasil, Costa Rica (que jugó un buen torneo), República Checa, entre otros. Tanto que se quedaron en la clasificación potentes equipos europeos, entre ellos España y Portugal.
Cómo estos juveniles no iban a festejar como lo hicieron, cómo no iban a gozar como nunca si se llevaron todos los premios: el tetracampeonato, el goleador (con récord), el mejor jugador, el mejor técnico y otras distinciones que no hacen más que reafirmar que -a pesar de la «esquila futbolística»-Argentina sigue viva y su cantero de ilusiones continúa a niveles considerables. Por eso, de pronto basta con decir ¡gracias¡, aunque por ahí sea demasiado poco para tamaño regalo.
Argentina: Caballero; Burdisso; Cetto y Colotto; Ponzio, Medina y Arca; M. Rodríguez y L. Romagnoli; Saviola y D'Alessandro. DT: Pekerman.
Ghana: Banahene; Muntari, Essien y Villars; Ibrahim, Mensah, Pappoe, Duah y Paintsil; Pimpong y Boateng. DT: Afranie.
Goles: PT 5m Colotto (A) y 13m Saviola (A); ST 27m M. Rodríguez (A). Cambios: ST 22m S. Thompson por Duah (G); 24m Rosales por Romagnoli (A); 29m Osei por Pimpong (G); 35m E. Herrera por D'Alessandro (A); 44m Seltzer por Medina (A).
Dejá tu comentario