17 de septiembre 2007 - 00:00

Boca goleó a las polémicas

Boca e Independiente siguen compartiendo la punta del torneo Apertura luego de la novena fecha donde ganaron los cuatro grandes. Independiente le ganó el sábado a Colón en Santa Fe, con dos goles de Germán Denis que se afianza como goleador del torneo con 11 tantos. Ayer Boca goleó a Banfield por 6 a 0, mientras que River derrotó a Lanús por 3 a 1 y Racing, con un gol en el último segundo del paraguayo Erwin Avalos, derrotó a Vélez por 1 a 0. Con estos resultados River es ahora escolta de Independiente y Boca, pero a cuatro puntos y junto a él está Vélez. En tanto, Rosario Central ganó su primer partido del torneo al superar a su clásico rival Newell's por 1 a 0.

Martín Palermo abre sus brazos como queriendo volar para festejar uno de sus cuatro goles.El delantero hizo valer su potencia para apabullar a Banfield.
Martín Palermo abre sus brazos como queriendo volar para festejar uno de sus cuatro goles. El delantero hizo valer su potencia para apabullar a Banfield.
Boca terminó apabullando a Banfield aprovechando dos goles polémicos y el desconcierto que eso produjo en el equipo sureño, que a ese momento estaba jugando el partido de igual a igual.

El primer gol a los 6 minutos fue un cabezazo de Palermo, que cargó en su área chica al arquero Lucchetti y lo desestabilizó con su cuerpo, por lo que debió ser anulado por Gustavo Bassi. El segundo es más difícil de decidir, porque Palermo remata y Devaca saca cuando la pelota había traspuesto la línea, aunque no se sabe si en su totalidad, a pesar de las reiteradas repeticiones televisivas. De cualquier manera, esta jugada no es responsabilidad de Bassi, sino de su asistente Mariano Belinco, que no dudó y corrió hacia la mitad de la cancha convalidando el gol.

Estas dos jugadas polémicas destruyeron anímicamente a Banfield, que hasta allí era un rival que intentaba bloquear el juego en la mitad de la cancha y desde allí buscar la velocidad de Pavlovich y la potencia de Barrales.

Boca aprovechó su momento y encerró a Banfield en su área; primero hubo un penal claro de Barraza a Gracián, que le dio la oportunidad a Palermo de marcar su tercer gol y después una jugada personal del propio Leandro Gracián para aumentar la cuenta a cuatro.

El técnico Juan Manuel Llop quiso cambiar el esquema en el segundo tiempo con los ingresos de Cristian Maidana y Civelli, buscando tener más velocidad y manejo de la pelota, pero a los 3 minutos un Palermo iluminado marcó el quinto gol de su equipo -el cuarto de su cuenta- para liquidar todas las ilusiones, aprovechando un rebote en Lucchetti de un remate de Ibarra.

A partir de allí no hubo más goles porque Boca graduó sus fuerzas y Russo cambió a sus dos delanteros para que ingresen Boselli y el uruguayo Carlos Bueno, con lo que el equipo perdió mucha potencia.

Es más, el sexto gol fue producto de un error de Gustavo Bassi, que vio como penal un quite limpio de Broggi a Boselli. Sin Palermo en cancha (que hubiera podido marcar 5 goles en un partido) se encargó Pablo Ledesma de aumentar la cuenta a seis.

A pesar del abultado resultado a favor, este partido no es una prueba de la capacidad de Boca, porque más allá de que Bassi se haya equivocado o no (para nosotros erró en la primera y acertó en la segunda), estas decisiones desequilibraron a Banfield, que se desordenó y cometió errores infantiles, aunque por suerte no apeló al juego brusco.

Igual Boca demostró tener un gran poder de fuego y su capacidad goleadora es una carta importante a la hora de luchar por ganar el torneo Apertura.

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