6 de julio 2016 - 10:59

Condenaron a Messi y su padre por evasión

La Justicia española sentenció al delantero y su papá, Jorge, a 21 meses de prisión por eludir el pago de 4,1 millones de euros a la hacienda, aunque ninguno irá preso por ser excarcelable. Cada uno deberá pagar multas de entre 1,5 y 2 millones de euros.

Lionel Messi, sentenciado a 21 meses de presión.
Lionel Messi, sentenciado a 21 meses de presión.
Lionel Messi y su padre, Jorge, fueron condenados este miércoles a 21 meses de cárcel cada uno por tres delitos de fraude fiscal contra la Hacienda española, aunque probablemente no entrarán en prisión al ser una pena inferior a dos años.

La sentencia, comunicada por la Audiencia de Barcelona y que será recurrida por la defensa del futbolista, corresponde a delitos ocurridos durante los ejercicios entre 2007 y 2009, en los que la familia Messi defraudó 4,1 millones de euros (4,5 millones de dólares).

"Quien ha tratado de eludir la norma, por el camino que sea, no puede resultar beneficiado por ello, amén de que con la impunidad en esos casos se dirige a la ciudadanía el mensaje de que es preferible inhibirse que preocuparse", explicó la sentencia.

La defensa del cinco veces Balón de Oro, que ya anunció que apelará, se centró en desligar al futbolista de toda responsabilidad sobre el manejo de sus ingresos y culpar a su padre.

Para el tribunal, sin embargo, "el desconocimiento evitable, derivado de la indiferencia, no es un error, y no puede provocar una descarga de la responsabilidad. No puede errar aquel que no tiene interés en conocer".

Por ello, la Audiencia concluyó que el delantero optó por una "ignorancia deliberada" al evitar tener información que estaba a su alcance por "medios fiables, rápidos y ordinarios".

La familia Messi ya depositó en su día cinco millones de euros en el juzgado y regularizó el pago de tributos acumulados.

Jorge Messi asumió toda la responsabilidad en la gestión tributaria de su hijo, mientras que la "Pulga" aseguró que todos sus negocios y asuntos económicos los controlaba su padre y él se dedicaba a jugar al fútbol. "Confío en mi papá, no sé lo que firmo", declaró el jugador.

Para la acusación pública, no resultó acreditado que el capitán de la Selección "participase en la toma de decisiones sobre la manera de canalizar los ingresos obtenidos mediante la explotación de sus derechos de imagen, ni opinase o fuese informado".

Tampoco conocía, según la fiscalía, que "existían o se utilizaban estructuras societarias exteriores específicamente articuladas para canalizar dichos ingresos de manera opaca".

En cualquier caso, en el juicio quedó probada la defraudación fiscal a través de un método que consistió en "simular" la cesión de los derechos de imagen del jugador "a sociedades puramente nominales radicadas en paraísos fiscales", como Belice o Uruguay.
Al mismo tiempo, estas mismas empresas formalizaron contratos entre ellas u otras domiciliadas también en el extranjero, como el Reino Unido o Suiza.

El objetivo era que los ingresos no pasaran nunca por España y, por lo tanto, eludir el pago de los correspondientes impuestos. Para ello, las empresas interesadas en la explotación comercial de la imagen de Messi debían contratar sus servicios a través de sociedades radicadas en el extranjero.

Durante la última sesión del juicio, el pasado 2 de junio, la Abogacía del Estado comparó al futbolista con "un capo de una estructura criminal".

"Encima está el jefe, el mandamás, que no se entera de los avatares. Leo Messi no se ocupaba de reunirse con los abogados, sino de jugar al fútbol y rendir en los partidos (...). A Leo Messi solo le interesa el resultado final y eso era la no tributación de los derechos de imagen", afirmó.

Los abogados de Messi, Enrique Bacigalupo y Javier Sánchez-Vera, anunciaron en la tarde de este miércoles que recurrirán la condena ante el Tribunal Supremo, ya que consideran que la sentencia "no es correcta".

Según la defensa, "no se ha tomado en consideración que las sociedades utilizadas para celebrar los contratos no fueran del jugador ni de su padre". El comunicado de los abogados subrayó que tanto el futbolista como su padre "son ciudadanos ejemplares y Leo, que es la figura pública, no sólo lo viene demostrando en los terrenos de juego, sino también fuera de ellos".

Barcelona también apoyó a su máxima estrella y afirmó que Messi "no tiene ninguna responsabilidad penal en relación a este procedimiento".

La condena culmina un mes horrible para el rosarino, que después de declarar en Barcelona en el juicio viajó a la Copa América Centenario en EEUU para caer de nuevo en la final, la tercera consecutiva que pierde con la Selección argentina después del Mundial 2014 y la Copa América de Chile 2015. Tras la derrota, anunció también su renuncia al elenco nacional.

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