España fue categórico

España, con Mariano Pernía como titular, derrotó en forma categórica a una deslucida Ucrania -en los papeles, su rival más difícil del grupo H- y alimentó sus sueños de escribir en Alemania una de sus mejores páginas en la historia de los mundiales. Una carambola entre la pelota, la cabeza y la espalda de Xabi Alonso le permitió a España abrir la cuenta a los 13 minutos; luego, tras una gran jugada de Carles Puyol, la selección española liquidó el pleito a los 81 con un remate violento y rasante de Fernando Torres.

En el medio, llegaron los goles de David Villa, el primero a los 17 con tiro libre que se desvió en Andriy Rusol y descolocó al arquero de una Ucrania en la que Andriy Shevchenko, finalmente titular, casi ni entró en juego. El segundo gol de Villa fue a los 48, de penal, en la misma jugada en la que Ucrania quedó con diez jugadores por la expulsión de Vladislav Vashchuk, que tomó del pantalón a Torres fuera del área. El árbitro suizo Massimo Busacca vio la falta adentro y lo expulsó por aplicación del último recurso. Villa ejecutó desde los doce pasos, abajo, a la derecha del arquero Olexandr Shovkovskiy, que adivinó, pero no pudo impedir el gol, como sí lo hizo a los 51, cuando le tapó un mano a mano al mismo jugador.

El delantero de Valencia dejó luego su lugar en la cancha al artillero histórico de la selección española, Raúl, quien ingresó a los 56. Un cabezazo a las manos del arquero a los 67 fue lo más cerca que Raúl estuvo de convertir su gol número 43 en 93 partidos con España, que ya tenía más espacios por el adelantamiento de Ucrania, que buscaba el descuento.

Esos espacios le permitieron a Puyol irse al ataque e hilvanar una jugada más propia de un delantero que de un defensor como él; y a Torres, convertir su primer gol en una copa del mundo y redondear una goleada histórica.