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Una situación con una reacción inesperada se vivió el último fin de semana en el duelo entre Defensor Sporting y Liverpool, de la Primera división del fútbol uruguayo. Germán Rivero hizo todo lo posible para ver la tarjeta amarilla, pero el árbitro se dio cuenta de la maniobra y actuó de una forma no reglamentaria.
El jugador de Defensor Sporting acumulaba cuatro amarillas y quería ver la quinta para limpiarse la próxima fecha. Es por ello que antes de salir del campo de juego se sacó la remera, caminó despacio, se frenó antes de salir, se bajó las medias y hasta comenzó a sacarse las vendas.
A pesar de que todo lo que hizo Rivero merecía ser sancionado con una amarilla, el árbitro se dio cuenta de la maniobra. Entonces, se acercó hasta el futbolista y le aclaró que si no salía, directamente le iba a mostrar la roja, lo que aceleró su salida del campo de juego.
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