Un alto tribunal brasileño dictó este miércoles que el exdelantero Robinho pague en Brasil su condena de nueve años de prisión por violación en grupo contra una mujer emitida en Italia.
Robinho irá a a cárcel en Brasil
Está condenado a 9 años por violación. Quince magistrados del Superior Tribunal de Justicia examinaron el pedido de los estrados italianos para y la pena será ejecutada en Brasil, país que no extradita a sus ciudadanos.
-
La Justicia de Brasil ratificó el fallo contra Ternium, pero redujo la indemnización a u$s109 millones
-
Récord: se venderán este año en Brasil más de 160.000 autos eléctricos
Nueve de once magistrados del Superior Tribunal de Justicia (STJ), entre ellos solo una togada, votaron a favor de que Robinho sea encarcelado por los hechos ocurridos en 2013, cuando era jugador de Milán.
Dos se pronunciaron en contra de homologar la sentencia de la justicia italiana.
Robson de Souza, conocido como Robinho, de 40 años, reside actualmente en Santos (sureste), según medios locales, y no compareció a la sesión, que tuvo lugar en Brasilia.
El exfutbolista de la 'Seleção' y de Real Madrid, entre otros clubes, defiende su inocencia al alegar que los hechos fueron consensuados.
Fue condenado en primera instancia en 2017 por violar en grupo a una joven albanesa que celebraba su cumpleaños 23 en una discoteca de Milán.
La sentencia fue ratificada en 2022, cuando ya estaba radicado en Brasil. Contra la decisión caben recursos, por lo que el exdelantero seguiría por ahora en libertad, según abogados.
Como el gigante latinoamericano prohíbe en su Constitución extraditar a sus ciudadanos, la justicia de Italia pidió el año pasado la ejecución de la pena aprovechando una ley brasileña que lo permite desde 2017.
El STJ examinó este miércoles apenas el pedido de homologación, sin entrar en el fondo del asunto ni juzgarlo de nuevo.
De rechazar la solicitud italiana, "el Estado brasileño permitiría la impunidad de Robson de Souza frente a la comisión de un crimen cuya materialidad y punibilidad fue reconocida por el Estado extranjero", dijo el juez Francisco Falcão.
Relator del caso, Falcão consideró que el pedido cumple con los requisitos para transferir la ejecución de la pena, entre ellos que al exjugador se le garantizó su derecho a la defensa.
En su intervención al inicio del plenario, el abogado de Robinho, José Eduardo Alckmin, cuestionó la constitucionalidad de la homologación y pidió un nuevo juicio en Brasil, por considerar que es "un derecho, una garantía individual, de todo ciudadano brasileño".
El menudo y habilidoso exfutbolista defendió su inocencia el lunes en un video en Instagram, en el que atribuyó la sentencia al "racismo" y a supuestos "errores gravísimos" de los jueces italianos.
Abogados consultados afirmaron que la homologación de la condena "es un asunto paradigmático" en Brasil, donde la prohibición de extradición es considerada por algunos como sinónimo de impunidad.
"Debería sentar un gran precedente para que otros criminales empiecen a cumplir sus condenas en Brasil", dijo el abogado penalista Rafael Paiva en una nota.
En el hecho por el que fue sentenciado participaron otros cinco brasileños, incluido su amigo Ricardo Falco, también condenado y pedido en extradición por Italia.
Según la denuncia, el grupo hizo que la víctima bebiera "hasta el punto de dejarla inconsciente e incapaz de resistirse". Después sostuvieron "relaciones sexuales varias veces seguidas" con ella.
Llamado a convertirse en una superestrella, Robinho mostró un talento precoz que lo llevó por varios equipos grandes de Europa, pero que fue incapaz de consolidar.
En 2009 fue detenido brevemente en Inglaterra, cuando defendía a Manchester City, por una presunta agresión sexual contra una joven, aunque quedó libre de cargos tras la investigación.
Su carrera tuvo un final abrupto después de su regreso en 2020 al Santos de Sao Paulo, en el que debutó como profesional en 2002.
Medios, patrocinadores e hinchas presionaron para que su contrato con el 'Peixe', club que Pelé hizo famoso, fuera terminado sin que hubiera debutado.
Otra estrella brasileña, el lateral Dani Alves, fue condenado en febrero a cuatro años y medio de prisión por violar a una joven en una discoteca de Barcelona en 2022.
Un tribunal español autorizó este miércoles su salida de la cárcel a cambio de una fianza de 1 millón de euros (casi 1,1 millones de dólares), mientras se resuelven los recursos contra su condena.
El ocaso de la estrella fugaz brasileña
Su talento precoz ilusionó a Brasil, a la caza siempre del "nuevo Pelé". Pero el exatacante Robinho no pudo mantener el brillo en su carrera, manchada por una condena de violación que ahora debe llevarlo a prisión en su país.
La imagen del exdelantero de la 'Seleção' entrando a una cárcel se presenta más cerca que nunca, luego de que un alto tribunal brasileño aceptara este miércoles que pague en Brasil una sentencia de la justicia italiana que lo condenó a nueve años de prisión por violar en grupo a una joven en Milán en 2013.
La historia deportiva de Robson de Souza, más conocido como Robinho, de 40 años, es la de muchas promesas brasileñas: emocionantes derroches de buen fútbol, comparaciones precipitadas con 'O Rei', fichajes millonarios con grandes clubes de Europa... y decepciones.
Nacido en la ciudad de Sao Vicente, en el estado de Sao Paulo, despuntó a los 18 años en el Santos, el club que Pelé hizo famoso, como potencial sucesor de la brillante y laureada generación de Ronaldo, Ronaldinho Gaúcho y Rivaldo.
Ganó dos campeonatos (2002, 2004) y fue considerado el mejor futbolista de Brasil en 2004, un año antes de que cruzara el Atlántico para unirse al Real Madrid, donde el legendario Alfredo Di Stéfano le dio la bienvenida.
Al firmar con los 'merengues' de Ronaldo, Roberto Carlos, Zidane, Casillas, Beckham y Raúl, el menudo y habilidoso extremo se disponía a conquistar Europa, pero debió conformarse con alzar dos ligas (2007, 2008) y una Supercopa de España (2008).
Su primer partido (victoria a domicilio 2-1 al Cádiz) entusiasmó a la prensa ibérica, que le dedicó elogiosos titulares al día siguiente pese a solo haber jugado 24 minutos: "Y Dios creó a Robinho" o "Una estrella ha nacido".
Anotó 35 goles en 137 juegos con el Madrid, donde las aspiraciones de que se tornara en una superestrella empezaron a mostrar grietas.
Descontento porque los blancos querían venderlo para poder comprar al portugués Cristiano Ronaldo, partió en 2008 al Manchester City de Inglaterra, en un fichaje de 40 millones de euros, destacado para la época.
Tuvo una buena primera temporada, pero el fervor fue decayendo debido a que sufrió una lesión de tobillo en septiembre de 2009 que lo marginó casi tres meses de los campos.
A principio de ese año, además, protagonizó un primer escándalo: fue detenido brevemente por una presunta agresión sexual contra una joven en un club de Leeds, aunque quedó libre de cargos tras la investigación.
Con dificultades para abrirse hueco en la plantilla, dejó a los 'Citizens' en el mercado invernal de 2010 con rumbo a casa, el Santos, donde tuvo un paso fugaz antes de marcharse al AC Milan.
En su nuevo equipo tuvo actuaciones destacadas, pero de nuevo sucumbió a su intermitencia.
Con los 'rossoneri' alzó la liga italiana de 2011, su última gran conquista en la primera línea europea, que abandonó a los 30 años para probar suerte de nuevo en el 'Peixe' y luego en otros confines: el Atlético Mineiro de Brasil, el Guanghzou Evergrande de China y el Sivasspor y el Basaksehir de Turquía.
Con la selección brasileña marcó 28 anotaciones en 100 partidos, el último de ellos fue en 2017 en un amistoso contra Colombia. Conquistó las Copas Confederaciones de 2005 y 2009 y la Copa América de 2007.
Disputó los Mundiales de 2006 y 2010, en los que la 'Seleção' cayó en cuartos de final, en una fase de transición entre el título de 2002 y la llegada de la generación de Neymar.
Estando en el Mineiro, en 2017, fue notificado de la condena en primera instancia por la violación en grupo cometida contra una joven albanesa en Milán.
A pesar de la sentencia, jugó tres temporadas más entre Brasil y Turquía, pero su carrera tuvo un final abrupto luego de que regresara al Santos en 2020.
La presión de hinchas, medios y patrocinadores hizo que el club rompiera el contrato sin que llegara a debutar. Nunca más volvió a jugar.
Dejá tu comentario