Su frondoso derrotero no amedrentó ni confundió a Paula Pareto. Su humildad y sencillez se mantienen inalterables desde aquel sábado 9 de agosto de 2008, fecha que marcó a fuego su carrera y su vida. Ese día, la Peque, como la apodan por su estatura de 1,5 metro, sorprendió en los Juegos Olímpicos de Pekín al ganar la Medalla de Bronce en judo y transformarse en la primera argentina que subía al podio en esa disciplina. A poco menos de tres años de aquella proeza, esta estudiante de medicina e hincha de Boca rememoró uno de los capítulos más trascendentes de su carrera.
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"Sin duda, lo de Pekín fue un boom en todo sentido. De repente, tenía a periodistas que me llamaban constantemente. Daba una nota casi todos los días. A mí, que soy un poco tímida, me llevó un tiempo acostumbrarme, aunque hoy puedo decir que lo logré", explicó. En consonancia con su más frecuente relación con los medios, se produjo un mayor conocimiento y contacto con la gente. "Me resultó raro que la gente me parara en la calle y me saludara. Incluso hoy me pasa cuando voy a la facultad (N.d.R.: cursa en la Facultad de Medicina de la UBA). ¡Todos me conocen y yo no conozco a nadie!", agregó, entre risas, Pareto, representante de Estudiantes de La Plata, donde practica con su coach de siempre, Fernando Yuma.
La Medalla de Bronce en Pekín también alteró en cierto modo su escalafón de prioridades. Antes, Paula tomaba al judo como un hobby, un deporte que practicaba en los ratos de ocio.
Su mente estaba focalizada casi exclusivamente en estudiar. Actualmente, su concepción dio un giro de 180 grados. La Peque trata de distribuir equitativamente los tiempos entre la carrera de Medicina y el riguroso entrenamiento que le demanda el judo. "En lo posible, intento maximizar mi tiempo. Me sobrecargué los martes con la facultad para dedicarle un día entero a cursar todas las materias. El resto de la semana lo utilizo para venir a entrenar a La Plata o, eventualmente, al CENARD. Sólo modifico el calendario si tengo algún torneo o examen por delante", narró al borde de la exhaustividad ante semejante rutina.
Otra de las consecuencias que trajo el éxito en territorio chino fue la mejora de las condiciones de entrenamiento por parte de las autoridades de la Secretaría de Deportes. "Sentí un apoyo mayor en general. Antes, en el CENARD, había un tatami en mal estado, lo que implicaba un peligro cada vez que íbamos a practicar. Afortunadamente, cuando volvimos de Pekín, lo cambiaron y pusieron uno nuevo, que nos permite deslizarnos mejor", señaló la también Medalla de Oro en los Odesur de Medellín 2010. Además, para levantar su nivel, Pareto empezó a viajar con frecuencia al exterior, no sólo para competir, sino también para entrenar. Tal vez el aspecto económico haya sido el que más la benefició.
En la actualidad, recibe la mayor beca por parte de la cartera que conduce Claudio Morresi, además de una del ENARD por haber conseguido la presea dorada el año pasado en los Odesur. "Por suerte, la creación del ENARD fue un apoyo extra que me alivia los gastos. Es un gran aporte para el deporte argentino", elogió. Sus destacadas actuaciones también sedujeron a algunos sponsors. A YPF y Osmecon, que se sumaron en 2009, se acopló Reebok en 2010. "En el último tiempo surgieron algunas propuestas. Si bien creo que se acercaron por mis resultados, también tuvo que ver la intervención del ENARD, que suele sugerirles nombres de deportistas a algunas empresas amigas para que nos contacten", reveló la Peque, campeona en el Torneo Panamericano de Guadalajara hace dos semanas.
En medio del cortés diálogo, Elizabeth Copes, esposa del coach de Pareto, se acerca para indicarle que la práctica está por comenzar. Antes de irse rumbo al tatami, la mejor judoca argentina se traza un objetivo a mediano plazo: buscar medallas en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, en octubre, y, proyectándose más allá, la clasificación a los Juegos de Londres 2012.
"Siento que llego en muy buenas condiciones para los Panamericanos. La obtención del Torneo hace dos semanas en Guadalajara me motivó muchísimo. De todos modos, ya empiezo a sentir la presión por salir primera. Igualmente, creo que aprendí a canalizarla para poder disfrutar. No tengan dudas de que la que más quiere ganar soy yo. Siempre se puede lograr lo mismo o más. La idea de conquistar una medalla está siempre", redondeó la Peque, un ícono del judo argentino que aspira a seguir creciendo cada día un poco más.
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