De no creer. Luchó los 90 minutos, hizo figura al arquero Navarrete y cuando menos lo esperaba, porque el partido se terminaba, un grosero error defensivo le permitió a River ganar su primer partido en la Copa Libertadores y mirar el futuro con optimismo. América fue un gran rival, que supo manejar los tiempos del partido y que, aunque en el segundo tiempo fue superado, nunca renunció a la posibilidad del contraataque.
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El partido fue de ida y vuelta, porque ninguno de los dos salió a especular. Lo tuvo River, con un remate de Ortega en un poste, pero fue América quien abrió el marcador con un cabezazo del paraguayo Salvador Cabañas, tras un error de Tuzzio que permitió desbordar a Mosqueda.
River se desesperó y salió a buscar el empate, dejando espacios que fueron bien aprovechados por el América para contraatacar. Hubo un mano a mano que Mosqueda desvió ante Carrizo y un par de jugadas donde parecía que Cabañas podía poner el 2 a 0, pero llegó el empate de Radamel Falcao García, tras un centro de Ferrari, que Abreu le bajó de cabeza.
River con el empate volvió a acomodarse en el campo y a dominar el juego. Diego Simeone se jugó el todo por el todo poniendo a Alexis Sánchez por Ferrari y armando un 3-3-1-3, el esquema que practicó todo el verano y que no se animó a poner en el campeonato.
River fue agresivo y creó cinco jugadas claras de gol, cuatro de ellas tapadas por un brillante Navarrete y la otra desviada de cabeza por Falcao García. Pero el triunfo no llegaba y para colmo el partido se había enrarecido con la agresión mutua de Falcao García y José Castro que les costó la expulsión a los dos. Pero en el último minuto, un rechazo de un defensor pifiado le dejó la pelota a Buonanotte, este habilitó a Ortega que con gran tranquilidad derrotó a Navarrete y le dio un triunfo merecido a un River, que no se dio por vencido hasta el segundo final.
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