Desde aquel día en que se negó a entrar durante el partido de la Liga de Campeones de Europa entre Manchester City y Bayern Munich, Carlos Tevez no tiene paz en Inglaterra.
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Hay una ciudad que lo odia. La primera mitad, los del United, por haberse cambiado de equipo, y los del City por el desplante al técnico Roberto Mancini.
Primero sufrió la suspensión de 20 días y una fuerte multa económica. Luego apareció un camión de basura que pedían tirar las camisetas del argentino en su interior. Los simpatizantes del United y del City se unieron para hacerlo.
Más tarde, Tevez viajó a la Argentina sin autorización y generó el enojo del cuerpo técnico y los dirigentes que, si bien aclararon que no lo van a regalar, aseguraron que está en venta y quieren que se vaya para la próxima temporada.
Por último, los hinchas manifestaron su furia para con el argentino. Esta mañana, apareció en la puerta de su casa, un banderín con la leyenda "Tevez sos una desgracia". Demasiado castigo para un jugador que fue goleador de la Premier League la temporada pasada y que, junto a sus compañeros, devolvió a Manchester City a los primeros planos internacionales. Pero nada de eso les importa a los seguidores, quienes opinan que Tevez "deshonró la camiseta celeste".
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