23 de noviembre 2004 - 00:00

Un final entre suspicacias y especulaciones

Un final entre suspicacias y especulaciones
Cuando se llega a la etapa definitoria de un campeonato -y en las circunstancias actualeses imposible que la gente comience a hablar de incentivación, en que un equipo deje en el camino intencionadamente algún o algunos puntos, en favor de otro con el fin de beneficiar a un tercero en la pelea por el título, esto dicho sin el ánimo de prejuzgar pero sabiendo que ya ocurrió alguna vez entre clásicos rivales y en otros casos con equipos que no lo eran. Aunque -claro está- nunca hubo evidencia de incentivo.

Faltan tres fechas para que termine el torneo Apertura y ya aparecieron los suspicaces, las voces que advierten sobre ciertas posibilidades que pueden darse, como un anticipo de lo que puede ocurrir aunque después no ocurra.

Matemáticamente son varios los equipos que tienen posibilidades: el puntero, Newell's, tiene 30 unidades y hasta Banfield, que marcha séptimo con 25 puntos y Gimnasia, que está octavo con 24, todos tienen derecho a soñar.

Sin embargo, el abanico de posibilidades se puede reducir a cuatro equipos: a Newell's se le suman Estudiantes y River, ambos con 29 (a una sola unidad de diferencia) y Vélez con 27. Con un margen menor de esperanzas se ubican Rosario Central y Lanús, con 26.

El que más beneficio sacó de la 16ª fecha que terminó el domingo fue, sin dudas, River, que goleó a Independiente y capitalizó los empates de Newell's (1 a 1 ante Olimpo, en Rosario) y el empate de Estudiantes (0 a 0 como local frente a Gimnasia). No obstante, ayer mismo, los que ven bajo el agua comenzaron a señalar que Boca -con algo de desconfianza-cuando reciba el domingo a Newell's, no tendría mucho interés en que los rosarinos no logre en los tres puntos, porque lo contrario sería una manera de ayudar (indirectamente) a River, nada menos que para que pueda alcanzar la punta del torneo.

La gente de River también tiene los ojos puestos en Independiente, rival de Newell's en la última fecha, aunque Américo Rubén Gallego, el técnico que lo dirige, hace apenas unos pocos años fue campeón con Independiente. Y si se hace mención a alguna preferencia, la « parcialidad roja» dejó establecida su posición con claridad el domingo pasado en el Monumental cuando iban 0 a 0 y se hizo oír con el canto: «Me parece que River no sale campeón, sale Newell's, sale Newell's, sí señor....».

A su vez, la gente de Newell's mira con desconfianza el desenlace, porque en la última fecha (si llegaran con igualdad de puntos o debajo de Estudiantes) Central tampoco «ofrecería gran resistencia», porque a través de esos tres puntos podrá ayudar a su eterno rival de la ciudad rosarina, cosa por demás ingrata para su gente.

De estos cuatro equipos -por ahora-el que no entra en esta porfía de dimes y diretes es Vélez, porque de los tres partidos que le restan, juega con dos rivales directos: ante River el domingo, con Estudiantes la otra semana y cierra contra Arsenal.

Más allá de especulaciones y maliciosos pensamientos, este folklore y concurso de «preferencias» no es patrimonio sólo de la Argentina. Es más, se puede afirmar que hasta resulta infantil si se compara con otros países. Y si no hay que ver lo que pasó en marzo pasado en Alemania, cuando la emisora 104.6 RTL de Berlín ofreció un millón de euros al jugador del Bayern Munich que marque un gol en contra ante el Hertha. Por lo menos, hasta ahora, en nuestro país no se llegó a tanto.

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