10 de agosto 2017 - 20:18

Van Niekerk obtuvo una medalla de plata que lo confirma como el atleta del momento

Van Niekerk celebra la plata obtenida en los 200 metros.
Van Niekerk celebra la plata obtenida en los 200 metros.
El turco Ramil Guliyev protagonizó este jueves la gran sorpresa de la jornada en el mundial de atletismo de Londres al imponerse en la final de los 200 metros por delante del sudafricano y gran favorito al oro, Wayde van Niekerk.

Fue necesario el photofinish y varios segundos de suspenso para comprobar que Guliyev había frustrado el sueño de Van Niekerk de igualar al legendario Michael Johnson.

Tras su corona en los 400 megros, el velocista sudafricano aspiraba a suceder al jamaiquino Usain Bolt como campeón del mundo de los 200 y, de paso, conquistar un doblete inédito desde que Johnson lo lograra en el Mundial de 1995.

Tal y como mostró la imagen congelada en la pantalla gigante del Estadio Olímpico de Londres, el sorprendente Guliyev, que ya había dado muestras de su poderío en las semifinales, llegó primero en 20.09. Van Niekerk lo hizo segundo, con 20.11.

El bronce fue para el triniteño Jereem Richards que, también con 20.11, tuvo que conformarse con el tercer lugar al haber registrado una milésima más que el sudafricano.

Relegado, en el séptimo puesto, llegó el botswanés Isaac Makwala, el hombre que se había postulado para discutirle el oro a Van Niekerk, tras un proceso viral que lo tuvo en cuarentena y lo llevó a protagonizar una estrafalaria clasificación para las semifinales el miércoles, en una carrera que disputó solo.

El desenlace de la final dejó boquiabiertos a los fans que llenaban el coliseo londinense. Apenas los hinchas turcos conocían a Guliyev, un hombre que, en la final de los Juegos Olímpicos de Río 2016, había concluido último.

Mientras Van Niekerk esperaba, ansioso, la sentencia del photofinish, el velocista turco, exultante, se fue preparando para ir a buscar la bandera de su país, colgársela a los hombros y dar la vuelta al Estadio Olímpico de Londres.

Michael Johnson puede dormir tranquilo, al menos, dos años más. Su histórico doblete sigue estando inédito.

En las otras dos finales de la jornada brilló EEUU, que amplió su ventaja sobre Kenia en el medallero, principalmente gracias a las pruebas de velocidad.

En los 400 metros con vallas femeninos, las dos primeras posiciones fueron para las norteamericanas Kori Carter (53.07) y la campeona olímpica Dalilah Muhammad (53.50), que fue plata.

Por su parte, el también estadounidense Christian Taylor, vigente doble campeón olímpico de triple salto, sumó un tercer título mundial en esta disciplina (tras Daegu 2011 y Pekín 2015)

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