4 de septiembre 2019 - 00:01

Día de la Salud Sexual: ¿cómo reconocer las ITS más frecuentes?

Casa año unas 376 millones de personas a nivel mundial contraen alguna de ellas. Cuidarse es vital para evitar complicaciones presentes y futuras.

El uso de preservativo es fundamental para prevenir las ITS.
El uso de preservativo es fundamental para prevenir las ITS.
Pixabay

Cada 4 de septiembre se conmemora en todo el mundo el Día Mundial de la Salud Sexual, con el fin de sensibilizar y tomar conciencia sobre la importancia de la educación sexual, los cuidados y los riesgos que existen.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Para lograrla, es necesaria la información pertinente, tanto para el cuidado propio, como para recurrir a los profesionales de la medicina cuando resulte necesario.

Según uno de los últimos estudios de la OMS, de 2016, se estima que anualmente, unos 376 millones de personas contraen alguna de las cuatro infecciones principales de transmisión sexual: clamidia, gonorrea, triconomiasis, y sífilis.

Las ITS más comunes

Algunas de las más comunes son las bacteriológicas, entre ellas la clamidia y la gonorrea (ya mencionadas anteriormente), cuyos síntomas son el flujo abundante y el dolor durante las relaciones sexuales y al orinar; ambas son llamadas normalmente “infecciones silenciosas” por la inusual manifestación de sus síntomas cuando la enfermedad se instala.

Es importante estar atento ante cualquier síntoma que pueda llegar a dar cuenta de la presencia de la bacteria de clamidia. “Una de las causas de la infertilidad femenina es el factor tubárico, que está íntimamente vinculado con la bacteria Chlamydia trachomatis”, detalló la doctora Bárbara Lotti, especialista en Reproducción Asistida de IVI Buenos Aires. Además, la bacteria puede generar inflamación pélvica, un parto prematuro o infecciones neonatales como conjuntivitis o neumonía.

El VIH, que se transmite a través de la sangre, fluidos vaginales, semen o leche materna, y el herpes vaginal, que tiene como síntoma principal la aparición de úlceras alrededor de los genitales tiempo después de haber contraído el virus, son otras de las enfermedades más comunes. Al ser víricas no tienen cura, aunque ciertos tratamientos puedan controlar o disminuir sus síntomas.

Por su parte, otras dos infecciones irreversibles son el virus de la hepatitis B y el VPH o condilomas, también conocido como verrugas genitales, que pueden llegar a generar cáncer en el cuello del útero.

La candidiasis es otra de las ITS más conocidas, con síntomas como la inflamación vaginal y el exceso de flujo blanquesino, esta enfermedad se da con la reproducción del hongo cándida, que vive de forma permanente en nuestra piel. Al reproducirse, produce malestar, y puede contagiarse a través de las relaciones sexuales.

A esta lista se suma la sífilis y la triconomiasis, que son curables. Ambas se contraen por contacto sexual, y en el caso de la segunda, los síntomas son similares a los de la candidiasis: exceso de flujo, ardor e inflamación en la zona genital y molestias abdominales. En cuanto a la sífilis, los síntomas suelen asimilarse con la fiebre o gripe, por lo que muchas veces resulta difícil de identificar.

Los modos de cuidado sexual son de amplio conocimiento en la sociedad, sin embargo, muchas veces no se tienen en cuenta. El preservativo es el método anticonceptivo más eficaz en la protección contra las ITS, siempre que su uso sea correcto y sistemático. También los guantes de látex y el lavado de manos antes de tener relaciones, así como el lavado de cualquier elemento que se utilice, son puntos claves a tener en cuenta.

El derecho a cuidarse

La respuesta del sistema de Salud en materia de cuidados de la salud sexual y reproductiva contempla dos dimensiones básicas: una, orientada a brindar información y asesoramiento; otra, a garantizar servicios e insumos.

Brindar información actualizada y adecuada a las diferentes audiencias sobre:

– Cuidados para prevenir embarazos no intencionales. Existencia y características de los métodos anticonceptivos modernos.

– Cuidados para prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS).

– Acceso a consejerías para reducción de riesgos y daños.

– Diversidad sexual.

– Perspectiva de derechos y de género.

Acceso para toda la población sin costo adicional a:

_ Métodos anticonceptivos.

_ Preservativos

_ Test para VIH y sífilis

_ Interrupciones legales del embarazo.

Todas las prestaciones mencionadas son provistas a través de los establecimientos del subsistema de salud público (hospitales, centros de salud y centros médico barriales) y también, al estar incluidas en el Plan Médico Obligatorio, deben ser provistas sin costo adicional para quienes cuentan con obra social y/o medicina prepaga.

Desde el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires recordaron que el subsistema público de salud porteño cuenta con establecimientos sanitarios de acceso gratuito y universal de creciente nivel de complejidad que se agrupan en tres tipos: los Centros de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC), que son los centros de salud del primer nivel de atención; los hospitales generales de agudos (HGA) y los hospitales especializados en Obstetricia (Maternidad Sardá), en Niños, en Salud Mental, en Infecciosas, entre otros.

¿Cómo pueden afectar las ITS a la fertilidad?

Entre las ITS más frecuentes a nivel mundial, hay puntualmente dos de ellas: la clamidia y la gonorrea que, si no son tratadas a tiempo, pueden devenir en problemas que afecten el sistema reproductivo y la fertilidad de la persona.

La clamidia puede generar inflamación en el área pélvica, e invadir el útero, los ovarios y las trompas de Falopio, causando infección. “Así, puede comprometer las trompas y obstruir o dificultar el pasaje del óvulo a través de las mismas, necesario para la fecundación. En el hombre puede causar inflamación en la próstata, lo que también interfiere en la fertilidad”, explica Lotti.

Por su parte, la gonorrea, infección que afecta a la uretra, el cérvix, el recto y la garganta, también influye en la fertilidad. “Al igual que la clamidia, cuando no se trata, la gonorrea puede llevar a los hombres a presentar una inflamación en los testículos y en la próstata causando infertilidad, mientras que las mujeres pueden desarrollar una enfermedad pélvica inflamatoria que haga entrar en conflicto a su zona reproductiva”, describe Lotti.

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