Un día como hoy se creaba el FMI, el gran acreedor de la Argentina

Un 27 de diciembre comenzaba a funcionar el organismo de crédito tantas veces vinculado a la historia reciente de la Argentina.

Creación del FMI. 

El Fondo Monetario Internacional (FMI), al que tantas veces recurrió la Argentina, especialmente los gobiernos denominados neoliberales, comenzó a funcionar un 27 de diciembre de 1945, con el objetivo de socorrer a las economías colapsadas por la Segunda Guerra Mundial.

El organismo comenzó a existir cuando los primeros 29 países ratificaron el convenio, con el fin de “fomentar la cooperación monetaria internacional, facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio mundial y propiciar la estabilidad cambiaria”.

En rigor, luego de acumular una cierta cantidad de donaciones, otorgó el primer préstamo en 1947, a Francia, uno de los países más afectados por el conflicto bélico. Alemania, en ese entonces, fue asistida por Estados Unidos, bajo el denominado Plan Marshall.

En el FMI, cada Estado miembro tiene un determinado poder de decisión, dependiendo del tamaño de su economía y de la cantidad de reservas internacionales que posea, entre otras variables.

Este sistema le otorga de facto a Estados Unidos un verdadero poder de veto sobre cualquiera de las decisiones que pueda tomar, y sobre la elección de sus autoridades.

Las mayores intervenciones del FMI se dieron durante las crisis de Asia en 1997, de Brasil en el 98, de Grecia durante el 2010 y de Portugal al año siguiente.

Argentina comenzó a recurrir durante los gobiernos militares de los años 50 y 60, luego con la Dictadura del 76-83, y tomó impulso durante la gestión de Carlos Menem, hasta colapsar tras el "blindaje" otorgado a Fernando de la Rúa.

En 2005 Néstor Kirchner saldó el total de la deuda, pero en 2018 Mauricio Macri volvió a recurrir, con la inédita suma de 45 mil millones de dólares. En rigor, el crédito llegaba a los 55 mil millones, pero su sucesor, Alberto Fernández, pidió no sea concretado, para concentrarse en renegociar la deuda acumulada.

A cambio de la ayuda, el FMI suele solicitar a las naciones beneficiadas la aplicación de programas económicos basados en el llamado “Consenso de Washington” y que consiste básicamente en la reducción del déficit y del gasto público, condiciones que, obviamente, volvió a exigir a la Argentina en su nueva condición de deudor.