14 de septiembre 2001 - 00:00

Atentado ya impacta en ventas brasileñas

San Pablo (ANSA y AFP) -El cierre del mercado norteamericano a causa de los ataques terroristas ya está provocando sus primeros efectos en la economía de Brasil: desde aviones hasta frutas tropicales, como el mango y la papaya, todos los envíos a Estados Unidos están suspendidos, causando enormes pérdidas.

Estados Unidos es el principal socio comercial de Brasil y tanto el gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso como los principales analistas temen que, al menos en el corto plazo, esta crisis derive en una recesión con aumento de precios.

El único sector que espera buenas nuevas es el turismo. El titular del Instituto Brasileño de Turismo, Caio Luiz de Carvalho, sostuvo que los atentados podrían establecer «un nuevo orden en el mercado del turismo mundial, privilegiando los países como Brasil, que no son blanco de terroristas». El ingreso de turistas norteamericanos viene en aumento en los últimos años y en 2000 llegó a 648 mil personas. Carvalho dijo también que los turistas norteamericanos «se benefician mucho con la devaluación» del real, la moneda local.

La Empresa Brasileña de Aeronáutica (Embraer), la principal empresa exportadora del país, debió suspender ayer la entrega de una aeronave ERJ 145, la joya de la empresa, que cuesta unos 20 millones de dólares. El avión debía ser entregado a una empresa norteamericana pero los compradores no pudieron salir de su país.

Compradores

Embraer vende en promedio 16 aviones por mes y los dos principales compradores son las norteamericanas American Eagle y Continental Express. Las acciones de Embraer ayer cayeron 18% en la Bolsa de San Pablo.

La crisis también preocupa a los productores de mango del Valle del río San Francisco, en Bahía, en el Nordeste de Brasil, ya que setiembre es el mejor mes en las exportaciones. De los 20 millones de cajas de mango al año que la región exporta, 8 millones son destinadas a Estados Unidos.

«Ellos pagan los mejores precios, pero viven hoy un clima de guerra y en esas situaciones la tendencia es a la reducción de importaciones y, en consecuencia, de precios», se lamentó Aristeu Chaves, titular de Vale Export.

También están preocupados los exportadores de papaya, la segunda fruta brasileña más exportada a Estados Unidos.

Además, la posibilidad de una caída en las ventas a Estados Unidos pone nerviosos a los fabricantes de calzados de Rio Grande do Sul,
que absorben 70 por ciento de las exportaciones brasileñas de calz ado. Esta cifra equivale a mil millones de dólares por año.

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