Fue día de hechos en blanco y negro, justamente en la jornada donde la Bolsa de Comercio cumplía sus 148 años. Venía con un clima previo, en el mercado, lo bastante auspicioso para que el arribo de otro presidente al acto (un clásico, pocas veces vulnerado) contara con un marco de paneles alcistas y rostros distendidos. Discursos previstos con algunos anuncios, todo en orden y en paz: arriba y abajo. Pero, ni arriba ni abajo se podría mantener la armonía de aconteceres. Porque no se sabe qué fue primero, pero la repentina ausencia de Duhalde al acto conmemorativo (reemplazado por su ministro de Economía) obtuvo como réplica una baja notoria en los indicadores. Algo más se podía sumar a la mezcla inapropiada. Resultaba una fecha donde los mercados del mundo derrapaban en forma y tras escandalosos sucesos de Wall Street, que minan todo.
• Día extraño
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Todo se complicó, en un mar de versiones sobre los porqué de una ausencia, justo sobre la hora de los actos. Necesidad de variar las alocuciones, estado de nervios, un papelón inocultable de parte del Ejecutivo y ese desaire a una de las entidades de mayor historia y tradición en lo que hace a recibir las máximas autoridades, un 10 de julio. Con unos $ 20 millones de efectivo, el Merval tembló durante el día y tocó mínimos de «383», que quedaron cerca de ello. La merma, en porcentual concluyó en más de 4% y con la plaza de Pérez Companc, en tres millones de títulos y una caída de 5% largo. Para el anochecer, el ver cómo sacar adelante unos festejos, con varias lamparitas menos... Informate más
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