28 de junio 2002 - 00:00

Bajó deuda externa pero sube la interna

Bajó deuda externa pero sube la interna
La deuda externa argentina, pública y privada, cayó en u$s 7.624 millones en el primer trimestre del año, pero asciende a u$s 132.566 millones, monto que supera en 2,2 veces al nivel de producto anual que es capaz de generar el país.

Además, no hay nada para festejar: al menos 60% de esa caída, unos u$s 4.574 millones, se debe a la caída del valor de los bonos del gobierno y al simple cambio de manos, donde residentes del resto del mundo (recordemos que la deuda externa sólo capta los compromisos con residentes del exterior) se desprendieron de bonos y títulos públicos argentinos, que fueron en cambio, absorbidos por residentes locales. La contrapartida de este cambio de manos se reflejará en la deuda pública interna que seguramente habrá crecido en el mismo período.

Así surge de los datos difundidos ayer por la Dirección de Cuentas Internacionales del Ministerio de Economía. Según esas cifras, la deuda externa del gobierno se ubicó en u$s 83.177 millones, u$s 5.071 millones por debajo de la deuda mantenida a diciembre del año pasado, mientras que la deuda externa del sector privado no financiero, fundamentalmente empresas argentinas, se redujo en u$s 770 millones desde diciembre al quedar en u$s 34.491 millones. Asimismo, la deuda del sector financiero bajó en u$s 1.781 millones y quedó en u$s 14.898 millones.

A pesar de esas caídas, que eran de esperar ya que desde la devaluación y el default el país entero se quedó sin crédito, entre enero y marzo ya se incurrió en atrasos por u$s 2.259 millones. O sea, es dinero que tanto el gobierno, como el sistema financiero y las empresas debieron haber pagado en los primeros tres meses del año a sus acreedores externos. De esa cifra, u$s 1.846 millones, que representa casi 82% de los atrasos, corresponden a deudas pendientes del gobierno. Otros u$s 303 millones son deudas pendientes de empresas y u$s 110 millones corresponden a atrasos del sistema financiero. En el caso del gobierno, en el primer trimestre tenía que responder por compromisos por u$s 2.335 millones, de los cuales sólo canceló u$s 489 millones que correspondieron a pagos a organismos internacionales a los cuales se les canceló con reservas para evitar entrar en default. Hasta fines de marzo, el gobierno le adeuda a estos organismos unos u$s 31.849 millones.

En el caso del sector privado, se canceló deuda en concepto de prefinanciación de exportaciones e importaciones por u$s 1.000 millones, mientras que buena parte del resto de los vencimientos, el Ministerio de Economía estima que se refinanciaron. Asimismo, las empresas cancelaron capital por colocación de títulos por u$s 598 millones. Un dato que era de esperar es lo que sucedió con las inversiones extranjeras directas en el país que fueron nulas y directamente desaparecieron del balance de pagos. En cambio surge del balance de pagos que una parte importante del superávit comercial y de las reservas, que cayeron en u$s 2.133 millones en el período, el sector privado las dirigió el exterior. Las fuentes de ese aumento fueron la venta de dólares realizada por el Banco Central al público, las rentas devengadas por activos, y los ingresos de divisas por exportaciones no liquidados en el mercado.

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