11 de septiembre 2020 - 00:00

Hacienda confía en BCRA y ANSES para dominar mercado de bonos

Lo más importante para el Gobierno nacional será mantener en línea el mercado de deuda bajo legislación local y que dependerá en gran parte del control sobre los dos bonos de referencia: el 2035 y el 2030, en ese orden.

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Wikipedia

Para el Gobierno no hay dudas. Podrá dominar el mercado local de títulos públicos emitidos bajo legislación nacional al controlar a través del Banco Central y la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), la oferta y la demanda de los flamantes bonos que la próxima semana comenzarán a cotizar en tiempo y forma. Especialmente en los papeles emitidos a corto plazo.

El canje de deuda bajo legislación local logró una aceptación del 98,8%, quedando sólo unos u$s470 millones sin ingresar en el llamado pero con posibilidades de hacerlo hasta el 15 de septiembre. Como explicó ayer este diario, se trata de bonos en poder de pequeños inversores con posiciones de entre u$s5.000 y u$s20.000 y que por decisión personal o desinformación no presentaron sus aceptaciones antes de las fechas límite. La tarea de Ministerio de Economía y del mercado financiero local es ubicar a estos inversores e invitarlos a entrar en el llamado aun sabiendo que no se les podrá ofrecer el “anabólico” del bono que reconoce los intereses no pagados entre abril y septiembre de este año. Son montos marginales que de ninguna manera alterarían el buen resultado del canje y la estructura de los bonos ya canjeados sobre los que operará el mercado local de títulos públicos por muchos años. Según el mapa del nuevo mosaico, queda claro que el bono “estrella” de los títulos públicos locales a partir del monto de circulación será el AL35 (Bono a 2035), con un nivel de emisión de u$s18.448 millones; seguido por el AL30 (Bono a 2030) con u$s12.423 millones. El primer bono replicará en emisión y calidad con la otra referencia de los títulos públicos soberanos nacionales pero lanzados bajo legislación internacional, el Global 2030. Este bono mostró estabilidad notable en los primeros tres días de cotización en Nueva York, con lo que se estaría cumpliendo, tal como adelantó este diario, el “pacto de caballeros” entre los grandes fondos de inversión que entraron al canje y los bancos financieros mundiales y los bancos emisores de la deuda argentina, el Bank of America y el HSBC.

Por esto, lo más importante para el Gobierno nacional será mantener en línea el mercado de deuda bajo legislación local y que dependerá en gran parte del control sobre los dos bonos de referencia: el 2035 y el 2030, en ese orden. El Banco Central detenta una tenencia de alrededor de u$s13.700 millones, con un 50% del total de lAL35 y el 36% de la circulación del AL30. Con esto, se descarta, la entidad que maneja Miguel Pesce podría intervenir en el mercado con suficiencia aportando oferta según las necesidades que observe el Gobierno, lo que está relacionado directamente (al menos en estos tiempos) con la oferta de dólares en el mercado local.

En el caso de ANSES, también concentró el canje de deuda en la opción de 2035,seguidos de 2038 y 2041 repartidos en unos u$s10.000 millones totales. Y, en el caso de 2035, representaría la posibilidad de intervenir en el mercado con unos u$s3.000 millones directos. Sumando la cartera de la entidad que dirige Fernanda Raverta, con la del BCRA, el Gobierno contaría con entre u$s16.000 y u$s17.000 millones para intervenir en el mercado. Si se tiene en cuenta, como afirman en el sector privado, que en las actuales circunstancias con posiciones de oferta de no más de u$s b100 millones se estaría en condiciones de disciplinar al sector financiero de títulos públicos; se descarta que el poder real de intervención del oficialismo es enorme. Y que dependerá de la voluntad política de Guzmán y Pesce primero y de, obviamente, Alberto Fernández después, la decisión de avanzar en ese disciplinamiento final.

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