Luego de cosechar magros resultados en las primeras cuatro licitaciones de la serie 3 del BOPREAL, el Banco Central no realizará esta semana la quinta subasta. Según pudo confirmar Ámbito con fuentes oficiales, la autoridad monetaria decidió que la operación se lleve a cabo el miércoles y jueves de la semana que viene. En Reconquista 266 señalan que la decisión tiene que ver únicamente con el hecho de que se trata de una semana corta por los feriados de Semana Santa.
BOPREAL: el BCRA pasa para la próxima semana la quinta licitación de la serie 3 (que viene floja)
Aún quedan más de dos tercios por colocar de la tercera serie del BOPREAL, que no atrae a los importadores. La deuda comercial sigue en alza y las empresas dicen que aún hay problemas para cancelar pasivos con sus proveedores.
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La quinta licitación de la serie 3 del bono para importadores se hará la próxima semana.
Hasta aquí, la serie 3 del BOPREAL viene bastante trabada. En las cuatro subastas previas apenas se colocó una tercera parte de los u$s3.000 millones pautados. La última fue la de menor cuantía: apenas hubo ofertas por u$s89 millones que se adjudicaron en su totalidad para acumular u$s981 millones. Pese al escaso apetito de los importadores por el instrumento, fuentes oficiales dicen que “no preocupa” el resultado de las licitaciones de la tercera serie y argumentan que se trata de “una alternativa” para las empresas.
Con todo, el BOPREAL fue planteado por el equipo económico como una pieza importante de su estrategia de transición en el plano monetario, cambiario y de las reservas. Se trata del bono para importadores con deudas comerciales previas al 12 de diciembre, que se suscribe con pesos pero está nominado en dólares. Fue pensado para descomprimir la situación de los pasivos por importaciones (que igualmente siguen creciendo por el sistema de pago escalonado implementado por la actual gestión), aspirar pesos, dolarizar una porción de los pasivos remunerados y restar presión al dólar paralelo.
En la serie 1, el BCRA agotó el cupo de u$s5.000 millones. En la serie 2, colocó los u$s2.000 millones previstos. Para la tercera, se pautó un monto objetivo de u$s3.000 millones pero las licitaciones avanzan a cuentagotas: tras cuatro subastas, aún le queda por canalizar el 66% del total. Es que, como adelantó Ámbito, las características de la serie 3 la hacen menos atractiva que las anteriores para los importadores.
Los bonos de esta serie están habilitados para su transferencia y negociación en el mercado secundario, devengan intereses a una tasa de 3% nominal anual y amortizan en tres cuotas trimestrales, desde noviembre de 2025 hasta mayo de 2026. En el mercado destacan dos factores de su estructura que le juegan en contra: por un lado, tiene plazos de amortización más largos que la serie 2 (que recibe flujo de divisas desde mediados de este año) y, por otro, no incluye los beneficios fiscales que tenía la primera (que no pagaba impuesto PAIS y puede utilizarse para cancelar obligaciones con la AFIP).
Ante estas dificultades, antes de la tercera licitación, el BCRA decidió remover uno de los requisitos para participar de las subastas del BOPREAL: la obligación de estar inscriptos en el Padrón de Deudas Comerciales por Importaciones con Proveedores del Exterior elaborado por la AFIP y la Secretaría de Comercio. Así, se les permitió participar también a los que tienen pasivos previos al 12 de diciembre pero que no se registraron en ese padrón. Sin embargo, la medida no movió el amperímetro: la tercera subasta apenas aportó u$s100 millones y la cuarta, u$s89 millones.
BOPREAL, brecha, industrias y deuda
Lo cierto es que hubo otro factor que jugó en contra de las licitaciones de BOPREAL: la compresión de la brecha cambiaria. Según mencionan los analistas, la caída del contado con liquidación (CCL) durante febrero y la estabilización en torno a los $1.100 en las últimas semanas (traccionada por la oferta en el mercado del contado con liquidación que genera el dólar blend para exportadores y la falta de demanda ante la licuación de los pesos de la economía) le restó atractivo al bono.
Por caso, en las cuatro licitaciones de la serie 3, el tipo de cambio implícito al que accedieron los importadores a través del BOPREAL para saldar las deudas con sus proveedores fue en promedio 30% superior al valor del CCL. Esto implicó un incentivo a salir a buscar las divisas en el mercado de capitales. Según estimaciones de Salvador Vitelli, de Romano Group, ese diferencial fue del 26,9% en la primera subasta, del 34% en la segunda, del 30,6% en la tercera y del 25,5% en la cuarta.
"Es evidente que a mayor brecha implícita entre el CCL implícito de BOPREAL para importador y el CCL de mercado las licitaciones tienden a ser menores", señaló Vitelli.
Además, amén del dinamismo que mostraron las series emitidas en el mercado secundario, el bono no terminó de resolver aún los problemas de los importadores. Por caso, días atrás la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) advirtió en su informe de actividad industrial pyme (que mostró una caída del 9,9% interanual en febrero ante el desplome del consumo) que, “a pesar del BOPREAL que sacó el Gobierno nacional, (las compañías) continúan con problemas para cancelar deudas con el exterior y eso les impide comprar insumos”, en particular en el sector de productos químicos y plásticos.
En las últimas horas, se sumó el ejemplo de una gran empresa. Como adelantó este medio, la automotriz General Motors volverá a suspender la producción en su planta de Santa Fe (esta vez por dos semanas) a raíz de “inconvenientes con el suministro de piezas de proveedores afectados con los pagos al exterior”, según fuentes de la firma.
Mientras tanto, el esquema de acceso escalonado al dólar oficial para el pago de nuevas importaciones implementado en diciembre (en cuatro cuotas para la mayor parte de las operaciones) hizo que la deuda comercial siguiera creciendo desde la asunción del nuevo Gobierno. A partir de los últimos datos del BCRA, Vitelli estimó que en sus primeros tres meses los pasivos por importaciones crecieron en u$s9.390 millones que se sumaron al muy abultado stock heredado. Esa cifra superó el monto canalizado a través del BOPREAL y fue prácticamente equivalente a las divisas compradas por el Central durante ese período (sin esa nueva deuda, no habría podido comprar dólares).
Esto se debió a que, producto de la cuotificación establecida por el Central, en diciembre apenas se pagó el 17% de las compras al exterior efectuadas; en enero, el 24%; y en febrero, el 41%. El porcentaje volverá a crecer en marzo y se espera que para abril la brecha entre importaciones y pagos esté cerca de cerrarse. Pero para ese momento, se habrá acumulado alrededor de u$s10.000 millones de nuevo endeudamiento comercial.
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