El gobierno brasileño decidió prorrogar nuevamente los incentivos fiscales creados para beneficiar las ventas del sector automotor con el fin de estimular la economía y hacer frente a la crisis económica internacional. Los incentivos para la industria automovilística consisten con una reducción del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI). De acuerdo un comunicado divulgado anoche por el ministerio de Hacienda, esta medida que promueve las ventas desde mayo pasado y vencía este lunes, fueron prorrogados hasta el 31 de diciembre.
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Los beneficios, creados para incentivar uno de los sectores más afectados por la crisis internacional, fueron implantados en mayo del año pasado por un período inicial de tres meses pero su vigencia ha sido prorrogada por cuatro veces pese a que las ventas alcanzaron números récords el año pasado (3,8 millones de vehículos).
Los descuentos en los impuestos, que han fortalecido a Brasil como el cuarto mayor mercado de automóviles del mundo, obligarán al Estado a renunciar a ingresos fiscales por cerca de 2.200 millones de reales (unos u$s 1.100 millones) entre abril y diciembre de este año, según el comunicado gubernamental.
Además de reducir el precio de los automóviles nuevos e incentivar sus ventas para impulsar la economía, la medida también tiene por objetivo frenar las presiones sobre la inflación, que en los últimos doce meses hasta febrero se ubicó en el 6,3% por ciento, próximo al techo de la meta del Gobierno (6,5%).
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, aclaró que el principal objetivo de la medida es incentivar el crecimiento de un sector que responde por cerca del 25% de la producción industrial brasileña y cuya expansión puede beneficiar a toda la economía del país.
"Con la medida el Gobierno no sólo estimula el sector automotor, uno de los principales motores de la economía, como toda la cadena productiva automovilística, y las industrias de autopartes y accesorios", según el comunicado del ministerio. El Gobierno espera que la economía brasileña alcance un crecimiento este año de al menos un 4% tras dos años seguidos de desaceleración. Tras haber registrado una expansión del 7,5% en 2010, el Producto Bruto Interior de Brasil sólo creció el 2,7% en 2011 y del 0,9% en 2012.
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