Las ventas de combustibles en el mercado interno experimentaron la máxima caída de los últimos años en agosto pasado, con una baja de 13,5 por ciento para las naftas, 10,2 para el gasoil y 14,5 para lubricantes, y se mantiene la tendencia a la baja. Así lo reveló el presidente de la Cámara de la Industria del Petróleo (CIP), Juan José Aranguren de la empresa Shell.
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En su opinión, «el fenómeno recesivo que se viene registrando desde hace más de tres años junto con el impacto económico de agosto, y los temores de los consumidores provocaron estas bajas, y preocupa que esa tendencia se mantenga».
La reducción de ventas no es un hecho nuevo: en el caso de las naftas cayeron 7 por ciento anual en los últimos cuatro años, y las del de gasoil comenzaron a bajar a partir de noviembre de 2000.
Los números de ventas comparando julio de 2001 contra julio del año pasado mostraron una baja para las naftas de 5,3 por ciento, de 6,7 por ciento para el gasoil y 11 por ciento para los lubricantes. Y si se comparan los datos de agosto con los de julio de este año se observa que la caída de agosto casi duplica a la del mes anterior.
Esa tendencia declinante se mantuvo también a lo largo de setiembre, pero se revirtió en forma muy marcada durante el pasado fin de semana -festejos del Día de la Primavera-, explicó Aranguren, aunque estimó que eso no alcanzará para cambiar la tendencia del mes.
En lo que va de este año, según los datos de la CIP, las ventas de naftas acumulan una reducción de 8,6 por ciento, las de gasoil 3,4 y las de lubricantes 7,8 por ciento.
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