Terminaron las vacaciones y vuelven las reuniones entreempresarios y funcionarios: el «fixture» 2008 de la Unión Industrial Argentina (UIA) se inició ayer con un encuentro entre su dirigencia y un « hombre de la casa», el ex titular de la automotriz IVECO y actual secretario de Industria, Fernando Fraguío. Como si se tratara de un encuentro entre pares -finalmente Fraguío perteneció a la cúpula de la UIA a través de ADEFA hasta el día en que se convirtió en hombre del gobierno los empresarios se abocaron a fijar un calendario de trabajo para el primer semestre del año.
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Esa es la información oficial; sin embargo, los temas fueron mucho más allá de lo formal: los dirigentes fabriles hablaron extensamente de costos, salarios (ver página 2) y leyes a favor de las pymes largamente postergadas.
Juan Carlos Lascurain, titular de la central fabril, le entregó a Fraguío una serie de informes sobre «cadenas de valor» elaborados por los equipos técnicos de la entidad, unas carpetas que ya deben tener más ejemplares impresos que muchos best sellers: la UIA se los da a cuanto miembro del gobierno tienen la oportunidad de entrevistar. Quedaron en que a partir de la semana próxima miembros de la secretaría y de esos equipos técnicos comenzarán a reunirse con vistas a «poner en marcha acciones concretas en función de lo que dicen esos informes», dijo un vocero de la secretaría.
A Lascurain lo acompañaron Federico Nicholson ( Ledesma), Osvaldo Rial ( UIPBA), Roberto Arano ( Azucareros), Roberto Domenech (COPAL), Horacio Martínez (industria naviera), Juan Carlos Sacco (gráficos) y Adrián Kaufmann Brea (Arcor), además del flamante director ejecutivo Martín Etchegoyen.
Después de la entrega de los informes, los dirigentes se quejaron de lo que está sucediendo en el frente gremial. También reclamaron a Fraguío otras dos cosas:
que se reglamente la ley de amortización acelerada (que ya fue sancionada y promulgada, pero que no puede aplicarse sin reglamentar), que permitiría reducir lo que pagan las pymes por Impuesto a las Ganancias;
la sanción de la ley que permite la desgravación de la reinversión de utilidades de las pequeñas industrias, que «duerme» en el Senado desde hace un par de años. El subsecretario Pyme, Eric Calcagno -que participó del cónclave-, prometió ocuparse personalmente del tema, con el argumento -ya escuchado de boca de varios de sus antecesores-de que las normas « beneficiarán a cientos de miles de pymes en todo el país».
Finalmente, empresarios y funcionarios no pudieron evitar referirse al (también demorado) proyecto de un banco de desarrollo para financiar la inversión de las industrias. La falta de financiamiento es el argumento que esgrimen los empresarios del sector para explicar la falta de actualización y ampliación de sus instalaciones productivas.
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