De cara a los comicios provinciales de este domingo y a las legislativas de octubre, la economía vuelve a ocupar el centro de la escena. Llega con la inflación más baja desde 2017, un logro que Javier Milei busca capitalizar en el marco de la campaña nacional. Sin embargo, en paralelo, el tipo de cambio se recalentó en los últimos dos meses y obligó al Gobierno a intervenir en el mercado, dejando en suspenso la prometida “libre” flotación del dólar.
Cómo llega la economía a las elecciones bonaerenses: similitudes y diferencias con las legislativas de 2017
Con salarios bajos y menor consumo, la inflación llega estable a los comicios legislativos. Aunque la volatilidad financiera complica la mejora de indicadores clave. La comparación con 2017 y una buena: el equilibrio en las cuentas públicas.
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Con salarios bajos y menor consumo, la inflación llega estable a los comicios legislativos.
Otra variable clave para la economía real de los argentinos son los salarios, que siguen golpeados y funcionan como ancla para contener al IPC, junto con un tipo de cambio, ahora "intervenido". A eso se suma la apertura de importaciones, que amplía la oferta en un mercado donde la demanda interna permanece debilitada.
"La búsqueda de desinflación no es inusual en meses preelectorales, aunque esta vez resalta la fragilidad del control cambiario y el costo de priorizar la estabilidad de precios sobre la economía real", destacan desde CP-Consultora. Al respecto, remarcan no solo la diferencia con la elección de 2023, sino también con la de 2017 bajo la administración de Mauricio Macri, que por modelo económico podría considerarse más comparable.
Cuando el gobierno de Macri enfrentaba las elecciones legislativas, Argentina tenía una inflación más baja, un tipo de cambio más estable y una confianza del consumidor más alta. Sin embargo, el punto de partida o la "herencia" que recibió su administración fue diferente a la que encontró el libertario en 2023. Milei, por su parte, enfrenta un entorno más desafiante con mayor inflación acumulada, pero en franco descenso, un riesgo país más elevado y un menor índice de confianza en la previa de los comicios.
Economía en la previa de las elecciones
La actividad económica muestra una suba del 6,4% a junio de 2025 (EMAE del INDEC), aunque ese repunte luce algo engañoso: responde, en gran medida, a una base de comparación muy baja tras la fuerte recesión de 2024. Aun así, las perspectivas hacia adelante se tornan negativas, marcadas por la fuerte volatilidad de las tasas de interés, la escalada del dólar y el torniquete monetario aplicado por el equipo económico. "La desordenada salida del esquema de LEFis inició dos meses de volatilidad extrema y tasas altísimas, duplicando, por ejemplo, el costo de los adelantos a empresas y de pases del Banco Central", mencionaron desde Empiria.
Por ese motivo, creen que es "difícil que la situación se relaje antes de las elecciones de fines de octubre, dada la natural demanda de cobertura cambiaria". Además, consideraron que "las elevadísimas tasas reales de interés presumen una nueva contracción de la actividad en el tercer trimestre del año".
Por su parte, la actividad económica del macrismo era de 3,9% y cerró ese 2017, posterior a las elecciones, con una variación positiva de 2,8%, según datos oficiales. Por aquel entonces, se destacaba como el más alto desde 2011.
"No es importante solo la foto, sino la película completa", enfatiza Federico Zirulnik del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, en diálogo con Ámbito. En esa línea, destaca que muchos de estos indicadores en el último tiempo se deterioraron, exceptuando la inflación, que venía con una inercia alta y, pese al leve rebote mensual de los últimos meses, la tendencia es a la baja.
En el plano financiero, el gobierno de Macri transitó el año electoral con una relativa “estabilidad” en el dólar, las tasas de interés y las reservas internacionales. En cambio, la actual gestión enfrenta un marcado deterioro en esos mismos indicadores. "Si bien la situación inicial es distinta; Milei ya recurrió al FMI y el macrismo lo hizo después de las elecciones", destaca Zirulnik. Aunque, el nivel de deuda que recibió La Libertad Avanza es más alto que el de Cambiemos.
El riesgo país superó el jueves pasado la barrera clave de los 900 puntos básicos, según la medición de J.P. Morgan. Se trata de un indicador que la administración libertaria sigue con atención en su objetivo de regresar al mercado de deuda internacional. En contraste, durante el gobierno de Macri este índice rondaba los 350 puntos.
"Si vemos los stocks, las reservas netas son sensiblemente menores, aunque el Gobierno cuenta con los fondos del FMI para hacer frente a una corrida en caso de ser necesario; la deuda está en niveles muy superiores, tanto a nivel interno como externo -aunque con la diferencia clave de que se concentra principalmente en organismos y residentes- y a diferencia del 2017, el acceso a los mercados sigue vedado, con un riesgo país de más del doble y una tasa bastante más volátil", analiza la economista Rocío Bisang de EcoGo.
Cuentas públicas
Durante la administración Cambiemos había un déficit de 4%, en la de Milei hay un equilibrio en las cuentas con un mínimo superávit de 0,3%, que no es habitual y el equipo económico festeja y exhibe ante sus adversarios. "El resultado fiscal actual es sensiblemente superior al del gobierno de Macri, siendo ésta una variable con peso específico superior en términos de estructura y solidez económica", subraya el economista Mauro Trellini.
"Creo que más allá de las similitudes, la situación es estructuralmente distinta. En particular, en lo que refiere a los flujos, a diferencia del gobierno de Macri, LLA llega a las elecciones con superávit primario y -a excepción del último mes y sin considerar el pago de intereses no registrados- el fiscal viene mostrando también un buen desempeño. Por otro lado, las exportaciones proyectadas para el año (vs. 2017) también son más altas y el déficit de cuenta corriente es menor", observa Bisang.
Tal como destaca CP-Consultores, los salarios y las transferencias sociales llegan muy deteriorados a la elección de medio término, ya que el uso del ancla salarial implicó una caída de 5,5% real del poder adquisitivo en los haberes registrados durante la gestión actual. La peor parte se la llevaron los sueldos públicos, que se hundieron 14,3% real desde noviembre de 2023. "El ajuste fiscal de 2024 consolidó bajos niveles en los salarios públicos, jubilaciones y programas sociales", que "configuran un escenario atípico para los ingresos en un año electoral".
En la era Macri, los salarios comenzaron 2016 en baja, pero lograron recuperarse durante 2017 de la mano de la mejora en la actividad económica. A ello se sumaron aumentos en las prestaciones sociales y jubilaciones, junto con un mayor volumen de créditos a tasa subsidiada otorgados por Anses. Era una estrategia orientada a apuntalar la economía real, un enfoque que hoy parece estar ausente.
La búsqueda de mejora de la economía se daba mediante el crédito, que se expandió con fuerza para ser un año electoral, incluso más que en 2017, resaltan desde CP-Consultora. Sin embargo, los efectos negativos de la volatilidad de tasas y el apretón monetario del Gobierno ya comienzan a ser visibles. El crédito de las familias y empresas muestran signos de agotamiento, con "una mora que alcanza máximos históricos, incluso antes de la suba de tasas", mencionaron.
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