Cristina de Kirchner, Luiz Inácio Lula da Silva y Evo Morales volverán a reunirse a fines de marzo para retomar la discusión sobre el abastecimiento de gas, aunque en las mismas circunstancias que este fin de semana: Bolivia no producirá más combustible, Brasil no lo entregará hasta que no esté cubierta la demanda del polo industrial de San Pablo y la Argentina tendrá una seria escasez de este insumo durante el invierno. En definitiva, el próximo encuentro servirá para que los tres presidentes se muestren discutiendo el problema,aunque la solución esté lejos de encontrarse, al menos por los próximos años.
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En este caso, el anfitrión será el presidente boliviano, que organizará el encuentro en La Paz, pese a las quejas de Lula da Silva por sus dificultades para adaptarse a la altura.
La invitación llegó el mismo sábado a las cancillerías de la Argentina y Brasil cuando Morales aún estaba en el país, y la falta de acuerdo entre las tres naciones ya estaba circulando en los medios. La intención de mostrar una nueva reunión surgió precisamente para exhibir a los tres presidentes en una continuidad del diálogo, en medio de acusaciones sobre el real fracaso de las negociaciones del sábado en la quinta de Olivos.
Hasta el encuentro de La Paz debería trabajar el grupo coordinador de ministros del área energética formado el sábado, y que debería llevar a la mesa de las discusiones en Bolivia posibles soluciones al problema. El equipo de trabajo lo integrarán «los respectivos ministros responsables de los sectores energéticos, con el objetivo de coordinar acciones en dos dimensiones», según explicó el canciller Jorge Taiana el sábado, con lo cual debería ser el ministro de Planificación Julio De Vido el que tenga que ocuparse del conflicto. De hecho, De Vido se cruzó el viernes durante una hora con el ministro de Minas y Energía de Brasil, Silas Rondeau, en el almuerzo en honor a Lula que el gobierno argentino le dio a la delegación brasileña en el Palacio San Martín.
Además del conflicto del gas y los proyectos de submarinos y vehículos todoterreno, Lula y Cristina de Kirchner hablaron de dos temas centrales: la situación de Venezuela en el Mercosur y la marcha de la transición de Cuba luego de la salida de Fidel Castro. En el primer caso, Lula ratificó que no hay fecha precisa para la aprobación por parte del Parlamento brasileño de la aceptación de Venezuela como el quinto socio del Mercosur, con lo cual la cumbre del bloque que tiene que organizar la Argentina en julio podría concretarse sin el gobierno bolivariano como integrante. Obviamente, ambos hablaron del malhumor que podría traerle a Hugo Chávez esta situación mientras circule por la Argentina a mitad de año.
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