Los bonistas que quedaron fuera del
canje de deuda recibieron a Néstor
Kirchner con una solicitada en el
«Wall Street Journal». Se recuerda allí
que la «cultura de la corrupción
argentina» les costó millones a los
norteamericanos; también se mencionan
el default y el caso del valijero
venezolano. «La presidencia Kirchner
está llegando a su fin», dice allí, y
piden cargar sobre su sucesora como
encargada de pagar la fiesta.
Nueva York - Era inevitable que la presión de los bonistas que no ingresaron al canje se colara en esta gira del matrimonio presidencial por esta ciudad. Una colorida manifestación, con «extras» vestidos de maestros con túnicas violetas en el corazón de Manhattan, reclamó ayer una solución para la deuda que aún permanece en default. «Argentina, gane respeto y pague la deuda», «Paren la cultura argentina de la corrupción» y «Cristina, negocie con los bonistas» fueron algunos de los carteles que se desplegaron ayer al mediodía. La «puesta en escena» ocurrió en la coqueta Park Avenue y la calle 48, a una cuadra y media del Waldorf Astoria. Coincidió, lógicamente, con la presencia de Cristina en ese hotel, donde se desarrolló el almuerzo con inversores organizado por el Consejo de las Américas. «Fue el lugar más cercano donde la policía nos autorizó para expresarnos. Hace más de una semana que habíamos solicitado el permiso», señaló uno de los organizadores.
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La caracterización de los manifestantes como profesores no fue elegida al azar. Muchos fondos de pensión norteamericanos que agrupaban a maestros habían invertido en títulos argentinos antes de la cesación de pagos. Esta situación generó fuertes perjuicios, que subsisten debido a la negativa de muchos de estos fondos por aceptar la quita propuesta por el gobierno. Se estima que de los más de u$s 20.000 millones que no entraron en el canje, unos 3.000 millones estaban en manos de norteamericanos.
Todo fue armado por la American Task Force Argentina (ATFA), una entidad que agrupa a inversores norteamericanos que mantienen títulos que no entraron al canje. El ex subsecretario de Comercio norteamericano,-Robert Shapiro, y la embajadora-Nancy Soderberg son las caras visiblesde la organización.
La acción de ayer en esta ciudad procedió a la publicación de una dura solicitada del mismo grupo en el «Wall Street Journal». El título lo dice todo: «La cultura de la corrupción les cuesta billones a los norteamericanos». «La presidencia de Néstor Kirchner -continúa-está llegando a su fin, dejando un legado de desmanejo y corrupción». Y destaca que la posible nueva presidenta tiene por delante una gran oportunidad de «limpiar el desastre». De paso, recuerda el reciente episodio de la valija que procuró ingresar al país el venezolano Antonini Wilson con 800.000 dólares como muestra de los manejos poco transparentes de la actual administración.
En su discurso ante inversores, Cristina tocó sólo tangencialmente el tema y no dio demasiado margen para las expectativas favorables: «Este gobierno hizo la reestructuración y pasamos de una deuda de 160% en relación con el PBI a sólo 60% de ahora». Evitó mencionar, claro, que dicho cálculo no incluye la gran cantidad de títulos que quedaron fuera de la reestructuración.
Es que, en realidad, en Wall Street son cada vez más los que creen que la primera dama les dará una nueva oportunidad a los bonistas que no entraron en el canje. Pero todo quedará supeditado -se especulaa que la Argentina termine de negociar la deuda con el Club de París.
Shapiro, en representación de los acreedores norteamericanos, hizo ya contactos con los principales países que son acreedores de la Argentina a través del Club de París. Les pidió que reclamen al gobierno una salida para la deuda en default con bonistas como condición previa para sentarse a negociar los nuevos plazos y tasas.
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