Decreto que impacta en el Banco Central

De la Rúa tiene a la firma un decreto con importantes cambios en el Banco Central. Le resta funciones y jerarquía al superintendente de Entidades Financieras, encargado de supervisar el normal funcionamiento del sistema. Generó ciertas dudas esta iniciativa de Cavallo.

Trascendió un decreto que ya está a la firma del presidente Fernando de la Rúa que impone importantes modificaciones al Banco Central. Impulsada por el Ministerio de Economía, la iniciativa resta independencia y funciones a la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, al tiempo que las pasa al directorio del BCRA.

Los puntos principales del decreto propuesto por Domingo Cavallo, con una nueva reforma a la Carta Orgánica del Banco Central, son los siguientes:

Deja de ser el presidente de la Nación quien designe al superintendente de Entidades Financieras. EL titular del BCRA es quien lo propone, y su directorio lo aprueba.

El directorio del BCRA -y ya no más el superintendente-es quien aprobará los planes de saneamiento de las entidades financieras.

Se elimina el artículo que determina que la Superintendencia de Entidades Financieras es un «órgano desconcentrado» presupuestariamente dependiente del BCRA.

Le quitan también la facultad al superintendente de dictar normas para la obtención por parte de entidades financieras de recursos en moneda extranjera y a través de la emisión de bonos.

Precisamente, este último artículo fue el que aportó cierta alarma en la plaza financiera, más allá de la que siempre provocan las modificaciones súbitas de la entidad que se encarga de administrar las reservas del Banco Central.

Retorno

Es que existe la impresión de que estos cambios apuntan a un retorno de cierta política dirigista, por lo menos, en cuanto al otorgamiento de créditos. Pero, contrariamente, no había preocupación entre banqueros, donde se tiene confianza en las decisiones de Roque Maccarone tras su vasta trayectoria en el sector financiero.

Más allá de ello, lo que debería ser una ley que no se modifique por decreto, la Carta Orgánica del Banco Central una vez más estaría a punto de ser reformada, lo que le resta estabilidad y credibilidad. Más en momentos en los que el mercado está sensibilizado y, por más pequeña o mínima modificación que se le pretenda introducir, alienta la ola de rumores y especulaciones sobre cambios ya de mayor orden, en el BCRA y su función vital, de mantener el valor de la moneda.