Periodista: Después de un ayuno forzoso de dos años, Wall Street derriba récords como si fueran barreras de utilería. La economía vuela, pero las ganancias empresarias suben a las cansadas. La inflación retrocede en todos los frentes, salvo en uno. Desde fin de octubre a la actualidad, las cotizaciones se hincharon 21%. Las utilidades del S&P 500 crecieron solo 2% .
Diálogos de Wall Street
Wall Street infla sus precios y su valuación. ¿Qué podría quitarle el sueño, Gekko? ¿La inflación, la economía exuberante, la incertidumbre electoral?
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Escudado bajo el seudónimo de Gordon Gekko, el analista da su parecer sobre la marcha de Wall Street.
Gordon Gekko: Los múltiplos precio/ganancias esperadas (a un año) superaron de nuevo el ratio de 20 veces. No ocurría desde 2022.
P.: Ya se ha dicho que es el mejor de los mundos, pero aun así el presente próspero no alcanza a justificar una valuación tan alta. Y, menos, creciente.
G.G.: Correcto. Todavía se sube a cuenta.
P.: El futuro ya no es un problema, es la solución.
G.G.: Cotiza como una oportunidad desde que se terminó la cruzada alcista de las tasas largas, en octubre, luego de haber coqueteado con el nivel de 5%. Jay Powell cerró ese capítulo cuando dijo que el guión de las tasas largas no guardaba relación con las proyecciones de la política monetaria.
P.: La inflación es la prioridad oficial de la FED. ¿Los mercados creen que ya se arregló? En otro momento, la tensión previa se cortaba con un cuchillo. Ahora, se descontaba que el número sería favorable, pero no lo fue.
G.G.: Resultó el doble de lo que yo esperaba. Precios minoristas, +0,3%. La versión núcleo, +0,4%.
P.: ¿Está domada la inflación? ¿O no y se soltó de nuevo?
G.G.: Aún domesticada, nada garantiza que no haya un mal dato puntual.
P.: La lectura me parece particularmente insidiosa. Sobre todo, porque cayeron los precios de la nafta en el surtidor. La energía dio una mano. Los servicios excluyendo la energía treparon 0,7%. ¿Qué pensará la FED?
G.G.: Ver y esperar es el mantra actual. No hay por qué innovar. La idea de desechar una baja de tasas en marzo se probó acertada.
P.: La idea en sí de bajar las tasas, ¿no estará en la picota?
G.G.: No. Alcanza con alargar la espera. Las tasas largas subirán si hace falta.
P.: ¿Una economía tan robusta, exuberante, no es un arma de doble filo?
G.G.: La FED ya incorporó una curva de Phillips plana en la cabeza, y no se asusta. No tiene reflejos agresivos cuando detecta actividad robusta.
P.: Sí, de acuerdo.
G.G.: La inflación se desbordó en 2021-2022, el banco central elevó 525 puntos base la tasa, las tasas largas treparon 400 pbs entre puntas, y la inflación acusó recibo y volvió a caer. Se retomó la disciplina de los precios, sin dudas. Pero en todo momento la tasa de desempleo se mantuvo estable debajo de 4%. Son vidas paralelas.
P.: De acuerdo. Me refiero a la imposibilidad de que este ritmo se mantenga. ¿Cuándo afloje, no volverá el temor a la recesión?
G.G.: Cuando afloje será lo más natural. Hay margen de sobra para seguir creciendo de forma saludable. Los mercados no van a hacerse mucho problema. Máxime después de un repunte de la inflación. Si ven la tasa de diez años hundirse de nuevo por debajo de 4% los alentará.
P.: ¿Cuándo cree que se pisará el freno?
G.G.: Powell suponía que esa era la realidad del cuarto trimestre, por eso mismo pivoteó, y nada. La economía creció 3,3%. Esta semana veremos las cifras de las ventas minoristas de enero.
P.: La variable que engañó a Powell, si no me equivoco.
G.G.: Tal cual. Y cabe vaticinar un enfriamiento. Esperemos que no se repita la confusión. La meteorología fue muy inclemente en enero, sobre todo en estados que usualmente no son demasiado castigados.
P.: La data se va a volver a distorsionar como pasó en octubre y noviembre.
G.G.: Habrá que ver. Será conveniente echarle un vistazo especial a las ventas online, que deberían afectarse poco y nada. Pero si la data se debilita, los mercados pueden fortalecerse. Con que la expectativa del primer recorte de tasas se adelante a mayo bastaría.
P.: Wall Street le tomó el tiempo a la economía. ¿Y la política? Los CEOs dicen que la incertidumbre electoral es el principal peligro en su radar.
G.G.: Es comprensible.
P.: Es imposible para cualquier presidente perder una elección con una economía así. Pero Biden, a juzgar por las encuestas, es la excepción a la regla. Donald Trump le saca amplia ventaja.
G.G.: Wall Street no tendría problemas con ninguno de los tres. Ni con Trump ni con Biden ni con un Plan B, un eventual sustituto que los demócratas puedan introducir a último minuto (quizás entre junio y agosto si Biden está dispuesto a renunciar a su candidatura una vez triunfante en las primarias).
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