9 de agosto 2021 - 00:00

El tipo de cambio real no está aún barato, sino un 3,5% por encima del promedio 1996-2021

Si bien la competitividad cambiaria en términos históricos todavía no está afectada, la política de retraso del dólar del BCRA para contener la inflación de este año puede terminar favoreciendo a las importaciones.

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Pixabay

El tipo de cambio real multilateral, que es el que muestra la paridad del peso con la canasta de monedas de los países con los cuales la Argentina mantiene intercambio comercial, se ubicó apenas 3,5% por encima del promedio histórico de los últimos 25 años. Pero desde que comenzó 2021, debido a la política del gobierno de usar al dólar cómo ancla contra la inflación, el peso se ha ido apreciando respecto de las monedas de los países con los que comercia, lo cual puede generar problemas porque Argentina depende del comercio exterior para sumar divisas a las reservas del Banco Central. Así lo señalaron economistas consultados por Ámbito.

“Si nos guiamos por el nivel del tipo de cambio real multilateral, el peso no parece muy atrasado: según cómputos del Banco Central al lunes 4 de agosto, el peso se encontraba 3.5% apreciado respecto del promedio de los últimos 25 años”, afirma el economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Juan Luis Bour, en la última edición de la publicación de Indicadores de Coyuntura que elabora la entidad. Bour plantea que si bien es cierto que desde fines de 2020 el tipo de cambio real multilateral se apreció más de 9% “no está lejos de su valor promedio”.

El índice mide de manera diaria la evolución nominal de la cotización del peso argentino relativa a las monedas de los principales 12 socios comerciales del país, según indica el Banco Central en su página web. Como no todo el comercio es idéntico con todos los países, el TCMR se estima en base a ponderaciones de las moneda. Es de un 30% para el real de Brasil; 13% para el dólar de Estados Unidos: 13% para el yuan de China y 15% para la zona del euro. Bour afirma que si se mide la serie en el promedio de los últimos 25 años, la moneda nacional está sobrevalorada un 26% con relación a Brasil. “Allí la competitividad cambiaria virtualmente se desplomó. De modo que si el peso se sigue apreciando unos meses más (devaluación al 1% e inflación al 3% mensual), es probable que se desaten tensiones en el comercio con Brasil a lo que se sumarán las tensiones en otros mercados”, anticipa el economista de FIEL.

Para el economista de la Universidad de Avellaneda Sergio Chouza, “el tipo de cambio real multilateral es un indicador más dentro de un conjunto de indicadores”. Se trata, según señaló, de la “competitividad cambiaria” exclusivamente, y en ese terreno, la Argentina no está mal. Pero asegura que lo más gravitante sigue siendo lo financiero. Para Chouza las tensiones actuales con el dólar se deberían resolver tan solo con una política de minidevaluaciones acompañando la inflación. “No es necesario un shock”, explicó a Ámbito. En relación con el comercio con Brasil, en cambio, descartó que pueda haber una “invasión de bienes finales” en función de que existe una administración del comercio que lo impediría. Chouza dijo que en tal caso “debería haber una coordinación con Brasil” para que no haya un incremento de las compras.

Walter Morales, director de la consultora Wise, dijo, en cambio, que la apreciación del TCRM “no complica tanto por el lado de las exportaciones porque la oferta de Argentina es mayormente de commodities”. Pero sí señaló que “complica por el lado de las importaciones. “Es una especie de subsidio a las importaciones”, explicó el titular de WISE, quien consideró que para evitar esta clase de problemas “hay que trabajar sobre los costos, sobre todos los laborales, para que Argentina pueda exportar manufacturas”. En los primeros seis meses del año, de acuerdo con datos oficiales del INDEC, las importaciones crecieron 48% mientras que las exportaciones hicieron lo propio por el 28,3% lo cual va acotando el margen de superávit comercial. A diferencia de Chouza, Morales señaló que para salir del atraso el Banco Central no debería aplicar devaluaciones graduales siguiendo la inflación porque eso haría que “los exportadores se sienten sobre los granos”.

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