Tal vez no sea la mejor, pero el mercado arrancó el semestre con una nueva cara. Frente a las bajas de los últimos días de la semana pasada, ayer el Merval quedó, cuando sonaba la campana en el recinto de 25 de Mayo y Sarmiento, con una mejora de 0,97 por ciento. No es mucho, pero frente a la realidad que nos toca vivir, y mirando a los brasileños retroceder 0,03 por ciento, se puede encontrar algún consuelo. De todas formas, no hay que hacerse demasiadas ilusiones. Un mercado que arrancó agachando para tocar los 400,12 puntos, un salto inmediato que lo llevó a los 405, un nuevo retroceso, y de ahí la indefinición, hasta la última hora, en que de la mano de TECO los precios pegaron un último salto a los 406,16. Lo que hace conveniente optar por la prudencia y no permite sacar demasiadas conclusiones es que todo esto ocurrió con un volumen que apenas llegó a $ 13,5 millones.
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Quien también estrenó una nueva cara fue el Merval, que en el acostumbrado cambio trimestral incorporó a las dos empresas que otrora estuvieran bajo la mira del grupo Soros, Cresud e Irsa; incrementó la proporción de Pérez, Galicia y Teco. Estas tres resultan ahora responsables de 64 por ciento de la variación del indicador, que con ello recupera algo su capacidad de representar al mercado local. Esto explica la leve diferencia con el Merval local, que ganó 0,97%, y que Teco fuera con su mejora de 1,6% el papel que definió la rueda. En términos porcentuales, le correspondió al Santander, ganando 5,56%, liderar el pelotón de 26 alzas, y a Atanor hacer los propio con el de los retrocesos, al desandar 2,3 por ciento.
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