La deuda es un tema central en el Presupuesto 2025 que presentó el presidente Javier Milei el domingo, ya que, por un lado, deja en claro que una de las prioridades del Estado es cumplir con sus obligaciones y, por otro, deja la puerta abierta a posibles acuerdos con organismos internacionales que permitan ampliar los créditos presupuestarios.
El Presupuesto 2025 anticipa que el Gobierno buscará dólares del FMI y otros organismos internacionales
El Gobierno necesita fondos frescos y, sin dudas, planea una nueva ronda de negociaciones con el FMI y otros organismos. Eso se lee en el Presupuesto 2025, aunque hay algunos puntos que deberá rever en ese contexto.
-
Presupuesto 2025: siguen quejas de provincias contra el pedido de ajuste de Nación
-
El Presupuesto 2025 proyecta un déficit financiero de $3 billones para la Administración Nacional este año
De hecho, el mandatario dejó en claro durante su discurso que el gasto se determinará sobre la base del superávit primario y después del pago de intereses de la deuda pública. Milei buscó dar un mensaje positivo a los bonistas con el fin de alejar el fantasma del default y trazar un sendero que le permita volver al mercado internacional de deuda.
Y, de hecho, esa ambición está presente en el Presupuesto también, en concreto, en el artículo 13° de la Ley. Ese punto establece que se autoriza al Jefe de Gabinete de Ministros, previa intervención de Economía a introducir ampliaciones en los créditos presupuestarios aprobados y a establecer su distribución, en la medida en que ellas sean financiadas con incremento de fuentes de financiamiento originadas en préstamos de organismos financieros internacionales y créditos bilaterales, entre otras.
Asimismo, la excepción que se amplía en el artículo 14° incluye los remanentes de ejercicios anteriores correspondientes a crédito externo y transferencias externas y los remanentes de ejercicios anteriores que por ley tengan destino específico, entre diversos orígenes que establece.
El Gobierno de Milei necesita dólares
Recordemos que, tal como explica el economista de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (Fide), Pedro Gaite, "el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la revisión de metas terminan este año". Así, indica que la relación de la actual administración con el organismo internacional pesa en el armado de un presupuesto dado que el Gobierno va a buscar nuevos desembolsos el año próximo.
Y es que, tal como plantea la experta en deuda Emilia Val, magíster en Sociología Económica e investigadora del CONICET, a Ámbito, el Gobierno "no puede darse le lujo de cerrar ninguna canilla de financiamiento, ya que el balance cambiario está bastante débil y el ministro de Economía, Luis Caputo, no pudo conseguir los dólares que parece le había prometido a Milei que tenía de parte de inversores".
Además, menciona que el riesgo país aún está alto y la única chance de endeudarse en los mercados es hacerlo a tasas prohibitivas. Y señala que, "dadas estas dificultades para volver a tomar un préstamo, los organismos financieros internacionales son siempre una opción para los gobiernos, porque son los últimos que pueden financiar cuando los privados no lo hacen".
Así, Val indica que "es esperable que aproveche todos los acuerdos y préstamos que queden pendientes de la gestión económica de Sergio Massa (como sucedió con el swap) y que avance en conseguir lo que pueda de bancos multilaterales". Además, claro, de sentarse a negociar un nuevo acuerdo con FMI.
El peso de la relación con el FMI en el Presupuesto 2025
En ese sentido, el economista de Eco Go Sebastián Menescaldi, plantea que "el acuerdo actual que tenemos con el Fondo vence a fin de este año, por lo que no hay metas aún para 2025". El Gobierno lanzó un Presupuesto y luego se lo propone al organismo en el marco de una eventual negociación. En ese contexto, señala que "Argentina busca dar una imagen de que va a seguir alineado con las metas del programa actual". Por eso, intenta reflejar que prevé una continuidad en desaceleración de la inflación y que la actividad de empieza a recomponer y crecer.
"No obstante, el Gobierno no incluyó una corrección del tipo de cambio que el Fondo le reclama hace tiempo", dice Gaite. El Presupuesto 2025 prevé una devaluación equivalente al 1,4% mensual, con un dólar mayorista a $1.207 al final de 2025. Así, un punto débil en ese sentido es la señal de que va a seguir vigente el cepo y el "crawling peg" se mantendrá.
Algunas contradicciones con lo que propone el Fondo
En consecuencia, Pablo Bortz, especialista en macroeconomía, finanzas internacionales y crecimiento económico, advierte que "las proyecciones cambiarias son contradictorias con lo que quiere en FMI porque sugerirían que no se va a levantar el cepo en 2025".
También prevé una inflación del 18,3% anual, lo que equivale a un 1,4% mensual, en línea con la evolución del dólar oficial, pero muy desalineada con los cálculos del mercado, que la ubican en torno al 38% y un 5% de crecimiento real del Producto Bruto Interno (PBI) proyectado para 2025, aunque eso parece difícil con un índice de precios tan bajo que sería más compatible con una recesión y no quedan claros cuáles van a ser los impulsores, dado que la industria viene con bajas de dos dígitos interanual todos los meses.
Y, por otro lado, Bortz menciona que no se especifica ningún plan de acumulación de reservas. De hecho, en ese punto, anticipa que el turismo emisivo va a ser muy fuerte, a raíz de los cambios en el Impuesto PAIS, y que eso impactará en el proceso de captación del dólares del Banco Central (BCRA). "El Gobierno decidió sacrificar ese punto. En realidad, más allá del déficit fiscal y la meta de inflación, no veo mucho de lo que espera el Fondo en el proyecto de ley del Presupuesto 2025", dice.
"El Gobierno piensa que, en tanto y en cuanto cumpla con el déficit fiscal, todo el resto se arreglará y cree que eso le va a servir para negociar con el Fondo mientras consigue desembolsos de otros organismos", opina Bortz. Pero duda de que eso sea así al final, ya que apunta que, una vez que comiencen las negociaciones, cada una de las partes cederá algo. "El Gobierno vaya a enfatizar en el tema fiscal y el FMI en reservas y la política cambiaria", anticipa.
En la misma línea Gaite apunta que "el Gobierno es incluso más extremo y ortodoxo que el Fondo en temas como asistencia del Tesoro y déficit fiscal, de hecho, las metas las cumplió casi todas", pero considera que "va a tener que aplicar un salto cambiario si busca que le liberen fondos", una decisión que, como era de esperar, el ministro de Economía, Luis Caputo, no iba a incluir en el Presupuesto, ni siquiera si ya se hubiese tomado, por que será parte de una negociación posterior.
En definitiva, tal como plantea el economista Federico Glustein, el Presupuesto 2025 está atravesado, sin dudas, por la búsqueda de un nuevo acuerdo con el FMI, ya que las metas, en general están alineadas, aunque, para algunas voces y, por ejemplo, no habilita nuevos subsidios a la energía. Sin embargo, hay algunos elementos que serán parte de una negociación posterior, en el marco de la que se plantearán nuevas exigencias hacia adelante, según espera el mercado.
- Temas
- Presupuesto
- FMI
- Dólar
- Inflación
- Deuda
Dejá tu comentario