El apetito por el riesgo en los mercados monetariosestá en tren de normalizarse. En los hechos, en la última semana la operatoria del carry trade volvió a la superficie en el mercado de cambios, convirtiendo de nuevo al yen y al franco suizo en blancos de esta práctica especulativa, mientras aumenta el interés por la corona noruega y disminuye el entusiasmo por la libra esterlina.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
La autoridad monetaria estadounidense no está tan inclinada a rebajar aun más las tasas.Bajó la cotización del yen frente a las divisas que ofrecen rendimientos más elevados. Así el dólar australiano/ yen alcanzó 105,90, muy cerca de su alto histórico del 19 de julio último (107,46 yenes). El dólar neozelandés registró la suba más alta en los dos últimos meses a 91,30 yenes, pero ofrece todavía un potencial respecto del pico del 23 de julio de 97,45.
Las posiciones del yen carry trade se ven favorecidas por los bancos centrales australiano y neozelandés, reticentes a bajar sus tasas, que se encuentran siempre a 6,5% y 8,25% anual respectivamente, contra 0,50% en Japón. Inclusive castigado por la incertidumbre que rodea a la política de la Fed, el dólar se mantuvo firme frente a la divisa nipona a 117,59 yenes por dólar, el más alto luego de 8 semanas.
Los operadores se aprovecharon de un franco suizo penalizado por Jean Pierre Roth, presidente del Banco Central suizo, que declaró que no subiría la tasa actual de 2,75%. Tradicionalmente enfocada como blanco de los carry trades, la divisa suiza registró su nivel histórico más bajo frente a la moneda única a 1,679 francos suizos por euro.
Una menor volatilidad
La práctica especulativa debería volver a ser una estrategia de elección para los inversores, vista la baja de la volatilidad en el mercado monetario que permite optimizar los rendimientos. La volatilidad implícita a un mes para el yen cayó a 7,83% el viernes, un plus bajo después del 24 de julio último, contra 8,15% el martes 9 de octubre.
«Los carry trades se volvieron populares y el yen y el franco suizo están otra vez a la defensiva. Si bien somos relativamente optimistas a corto plazo para este tipo de operatoria, la admiración maníaca de los especuladores no es la misma que antes y se han vuelto ahora más selectivos en la elección de las divisas compradas. Y si el dólar australiano y el neozelandés son de nuevo plebiscitados, la libra esterlina no lo es más», explica Carola Laulhere, estratega en divisas del Société Générale CIB.
La libra, que perdió 2,6% frente al euro desde la crisis de liquidez, se convirtió en menos atractiva por el hecho de las anticipaciones del mercado con respecto a la baja de tasas de interés del Banco de Inglaterra para principios de 2008.
Gran Bretaña aparece como el país europeo más vulnerable a la combinación de shocks que afectan la economía mundial.
Dejá tu comentario