Finalmente, los mercados pudieron volver al curso original, si bien envueltos en argumentos tan volátiles como los propios resultados que se vinieron sucediendo.
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La última fecha les fue bien favorable a todos, ocasión donde se efectuaron los últimos «remiendos» de los índices maltratados antes. Y con diferencias que partieron de un Dow con modesto 0,21%, se amplió en el Bovespa y 1% de repunte, rematando con nuestro Merval y 1,4% de suba final. Esto, con la extraña figura de una Tenaris que se volvió a ver metida en cierta problemática propia y a pesar de un petróleo que tocó niveles de mínima muy bajos: resurgió como columna de las líderes del viernes.
Nada menos que 4,3% de aumento en cotizaciones, jugando con 174.000 papeles en su plaza. Valioso doble aporte a la cuenta general y para ver al índice local siendo de lo mejor, junto con un volumen aceptable, en los $ 54 millones de efectivo. Esto refirió 11% de presencia para el segmento de acciones sobre los totales generales.
Muy endeble
No existe consistencia en el andar de enero, solamente «volantazos» que quitan a los índices de su ruta, lo envían a las banquinas. Y, después, retornan con extrañas maniobras y todavía más extrañas motivaciones diarias. La semana terminó por ser positiva, en una bien marcada escalera donde el Merval resultó lo más modesto, con 0,42% de aumento. Trepó a 1,2% en el Dow Jones y se hizo del doble al conseguir en el Bovespa 2% de aumento. Nada se pisa con firmeza; en lo que corresponde al recinto local, ha sido nuevamente Tenaris la decisiva en ambos márgenes. Pero también con sugestivos movimientos, independientes de la causa habitual acerca de barril de petróleo, subiendo y decayendo, para volver a repuntar.
Esto transmitió la energía extra para un conjunto de líderes: que rebota a tres bandas. Y la Bolsa hace carambolas.
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