16 de octubre 2019 - 00:00

FMI sobre Argentina 2019: inflación será 57,3% y PBI caerá 3,1%

Aunque el organismo prevé una leve mejora en las condiciones del país para el año próximo, estima que el aumento del IPC será del 39,2% y que la economía se retraerá 1,3%.

La nueva directora gerente el organismo, Kristalina Georgieva.   

La nueva directora gerente el organismo, Kristalina Georgieva.

 

Foto: Reuters

No son alentadoras las previsiones que llegan desde Washington, donde se lleva a cabo la Asamblea Anual del FMI. La entidad dio a conocer las Perspectivas Económicas Mundiales y, en lo que a Argentina se refiere, proyectó una marcada caída en la actividad económica durante este año y una recesión algo menor el próximo, en un contexto de alta inflación. El organismo pronosticó una caída del 3,1% del PBI, una inflación 57,3% y una tasa de desempleo de 10,6% para todo el 2019. Estimó, en tanto, un desequilibrio de la cuenta corriente en 1,2%.

Para el año próximo, el FMI prevé que las condiciones para la Argentina presentarán una leve mejora, con una desaceleración de la inflación, que sería del 39,2%, y una menor caída del PBI, en 1,3%. El desempleo para el próximo año podría ubicarse en el 10,1%.

En resumen, según se desprende del informe, el Fondo espera que “en Argentina la economía se contraiga más en 2019 debido a la pérdida de confianza y al endurecimiento de las condiciones de financiamiento externo”. En este sentido, expuso que “las elecciones primarias de agosto produjeron un fuerte aumento del rendimiento de los bonos públicos en medio de una venta masiva general de activos nacionales”. Y para el próximo período, el FMI “proyecta que la economía argentina se contraiga nuevamente en 2020, pero no tanto como este año”. En el contexto mundial, el reporte pronostica un crecimiento de 3%, que representa el nivel más bajo desde 2008-2009 y consiste a la vez en una rebaja de 0,3 puntos porcentuales respecto de la proyección publicada en el informe de abril de 2019.

Para el FMI, “el drástico empeoramiento de las condiciones macroeconómicas ocurrido entre 2017 y 2019 en un pequeño número de economías sometidas a graves tensiones (en particular, Argentina, Irán, Turquía y Venezuela) explica alrededor de la mitad de la disminución del crecimiento mundial, de 3,8% en 2017 a 3,0% en 2019”.

Según la entidad “estas mismas economías -junto con Brasil, México y Rusia, que según las proyecciones crecerán aproximadamente 1% o menos en 2019- generan más de 70% del repunte del crecimiento previsto para 2020”. Para el próximo año se prevé un crecimiento global de 3,4% (lo que igualmente constituye una revisión a la baja de 0,2 puntos porcentuales respecto de abril).

Sin embargo, teniendo en cuenta la incertidumbre en torno a las perspectivas de varios de estos países, la desaceleración proyectada en China y Estados Unidos y los destacados riesgos a la baja, el ritmo de la actividad mundial bien podría resultar ser más moderado, advirtió el texto presentado ayer.

Las proyecciones crean un telón de fondo pesimista para las reuniones del FMI y el Banco Mundial que se lleva cabo esta semana, donde la nueva directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, hereda problemas que van desde el comercio estancado hasta las diferencias con economías emergentes con fuerte rechazo público a programas de austeridad.

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