23 de enero 2024 - 17:21

Ganancias: con ingresos por dos canastas básicas se alcanzaría el nuevo piso

El oficialismo busca revertir la eliminación de la cuarta categoría, con foco en el ajuste fiscal. Sin embargo, la falta de correlación de precios y salarios impactaría negativamente en los 800.000 trabajadores que quedaron exentos del tributo en octubre de 2023.

Estiman que 800.000 trabajadores y jubilados volverían a pagar Ganancias.

Estiman que 800.000 trabajadores y jubilados volverían a pagar Ganancias.

Télam

El proyecto de reversión del impuesto a las Ganancias fue confirmado por el Ministerio de Economía. Según fuentes oficiales, propone un piso de $1,35 millones de salario bruto, lo que apenas superaría el millón en términos netos. El dato que contrasta con la cifra lo da el INDEC: para que una familia no sea considerada pobre, necesitó en diciembre casi $500.000, un número que seguirá en fuerte alza. Especialistas advierten que ingresos equivalentes a alrededor de dos canastas básicas (el umbral de la pobreza) serían suficientes para comenzar a pagar el tributo.

“Con la canasta básica para una familia de 4 en $500.000 y el nuevo piso de ganancias de $1.300.000 (bruto), o sos pobre o pagás impuestos a los ingresos. Al final, la casta otra vez era la clase media”, tuitea el analista económico del Centro de Economía Política (CEPA), Martín Epstein. Aunque un indicador mida el ingreso familiar y el otro marque un piso individual, lo que registra el especialista en la falta de correlación en los ingresos, producto de la disparada inflacionaria y salarios que no acompañan.

Según las estimaciones del equipo económico del ex candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, volverían a pagar este impuesto unos 800.000 trabajadores y jubilados. Tras la última modificación aprobada por el Congreso, el universo se había limitado a 88.000 contribuyentes, menos del 1% del total de asalariados y jubilados a nivel nacional.

Para Epstein, se trata de otra medida que no se vincula con “el fin de la casta”, más bien con el ajuste a la clase media. “El ancla del programa económico de Milei es un ajuste recesivo vía contracción del consumo. Lo vimos en la devaluación y la liberación de precios en general”, explica. Además, el economista agrega: “Si al nuevo piso de Ganancias le sumamos salarios por detrás de la inflación y la nueva fórmula de movilidad, vemos un proceso de destrucción del poder de compra y un proyecto de dolarización que reflotará en algún momento, pero primero buscarán bajar la inflación a costa de no comer y ni consumir”.

Mientras tanto, el INDEC marcó que en diciembre se necesitaron $495.798 para que una familia conformada por dos adultos y dos niños en edad escolar no penetren la línea de la pobreza. Significó un aumento mensual del 27%, en línea con la inflación, y del 225% a nivel interanual, por encima de la suba de precios en el mismo período, 211%.

El Gobierno busca incrementar la recaudación

El objetivo de reimplementar este tributo, ahora denominado impuesto a los Ingresos Personales, es incrementar la recaudación, en el marco de un plan de recorte fiscal equivalente al 5,2% del PBI. Para los asesores económicos de Massa, podría significar la vuelta del 0,45% del PBI, alrededor de $3 billones. A su vez, marcan una retención promedio de $315.000 mensuales por trabajador, aunque un tributarista en off asegura que no es conveniente determinar la quita de ingresos bajo esta modalidad por la cantidad de deducciones que el tributo contempla.

Federico Machado, economista miembro del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN), resalta que el mínimo propuesto -$1.350.000-, es “aún menor” que el último mínimo no imponible de agosto -$700.875- actualizado por inflación del REM -25% para enero-, es decir $1.511.763. Así, compara el nuevo piso en relación al resto de los precios: “El monto propuesto equivale a 2,6 canastas básicas totales para un hogar estándar”. Aunque para cuando eventualmente rija este nuevo piso la canasta básica familiar podría estar ya más cerca de los $600.000.

La misma línea señala el abogado tributarista Diego Fraga. Si bien considera saludable mantener este impuesto, su problema radica en la falta de actualización de escalas, que en este caso se propone aumentarlas de forma trimestral por IPC. “Las alícuotas aplicables deberían ser muy bajas en los primeros tramos, puesto que si se llega rápidamente a la aplicación de la tasa máxima del impuesto (35%) éste pierde toda progresividad”, advierte. “La macro es importantísima, pero la micro es la que determina si comés y te vestís. De nada sirve “déficit fiscal 0” si ello implica trabajadores pobres”, resume su colega, Julián Ruiz, en su cuenta de X.

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