El Indice de Producción Industrial (IPI) de FIEL mostró en el primer cuatrimestre del año un aumento de 8,5% respecto de igual período de 2007, variación más que significativa si se considera el elevado nivel de los primeros meses de 2007.
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Al analizar el primer cuatrimestre conjuntamente se saca todo el «ruido» que esta serie presenta mes a mes, como las paradas técnicas de enero y febrero y el efecto de la Semana Santa, que no aconteció en iguales meses de 2007 y 2008. Por supuesto que el «ruido» del paro agropecuario no lo podemos aislar, y tuvo efecto en la producción de alimentos de marzo y abril pasados. ¿Por qué tan alto el crecimiento industrial en este cuatrimestre? ¿Se volvió a acelerar el crecimiento industrial? No es tan claro, y existen tres factores que permiten explicar esa aceleración, dado que la misma está concentrada en tan sólo cuatro sectores: minerales no metálicos, siderurgia, metalmecánica y automotores. Denominemos al primer factor «inercia del crecimiento». En este grupo se encuentran minerales no metálicos y automotores, que venían creciendo a tasas trimestrales significativas, 8% y 32% respectivamente, y mantienen la inercia en 2008.
El segundo factor es « ampliación de capacidad instalada», y sólo el sector siderurgia forma parte de él, tanto en acero como en aluminio. Las variaciones trimestrales eran de 15%, producto de las ampliaciones de capacidad instalada que operaron en 2007. Esto se puede denominar crecimiento genuino en base a nueva inversión.
Al tercer factor lo denominaremos «aparición espontánea», y dentro de este grupo se encuentra la metalmecánica. Para medir este sector, entre otras estadísticas se utilizan datos de producción «directos» (es decir, número de unidades fabricadas de los distintos productos) e «indirectos» ( consumo de kW/h del sector). El fuerte aumento es explicado por la incorporación de grandes consumidores de energía eléctrica de ese sector por una única vez, y que luego se mantienen, a partir de noviembre de 2007, en los datos proporcionados por Cammesa. Ello determinó que las variaciones en el último trimestre del consumo de energía de ese conjunto de empresas fueran 120% y en el primer cuatrimestre de este año, 185%. Esto se puede denominar crecimiento « espontáneo» del número de empresas metalmecánicas, y no parece muy creíble, al igual que muchas de las estadísticas oficiales, más allá del IPC que siempre se menciona.
Recalculando
Ese extraordinario consumo eléctrico impactó en la producción de metalmecánica, que forma parte de bienes de capital. Por ello, bienes de capital lidera el ranking del primer cuatrimestre con una cifra de 85,4%. Muy atrás vienen los productores de durables (8,7%), intermedios (2,8%) y de no durables (2,2%).
Realicemos un simple ejercicio, recalculemos el IPI excluyendo esos saltos del consumo eléctrico desde noviembre de 2007. Ello sólo afecta al sector metalmecánica, tal como puede observarse en el cuadro adjunto.Pero ese sector representa 15,9% de la estructura industrial, con lo cual le pega duro al IPI general.
El cuadro es sencillo, muestra lo que dan las variaciones con y sin salto en el consumo de energía eléctrica, y los resultados son muy distintos en estos dos casos: la tan mentada idea de mantenimiento o aceleración desaparece, pues en lugar de haber crecido a 8,5% como se dijo al comienzo, la tasa pasa a ser de tan sólo 3,1%. ¿Por qué esa abrupta caída? Por la participación del sector en la industria. El 61% de 8,5% es explicado por la «aparición espontánea» de nuevos consumos eléctricos. ¿No es raro? ¿O estaremos ante otro nuevo manoseo de índices?
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