Expectativa a nivel local. Porque afuera ya sabían que no habría grandes novedades. “El joven manos de tijera” Guzmán, fiel discípulo de Stiglitz, no podía mostrar otra cosa que lo presentado ayer. “Para esto tardaron tanto tiempo”, fue el exabrupto contenido de un reconocido hombre del mercado referente para los fondos de Wall Street. En fin, hoy se conocerá la letra chica una vez que se comunique a la SEC. Lo cierto es que, como recuerda “El Chapa”, legendario economista-gestor, con Nielsen se empezó con el 35%, cuando lo bajaron y “el joven manos” se hizo cargo, la diferencia era no capitalizar los intereses y se subió al 40%/45%, y cuando lo corrieron a Marx la idea fue 50%. Hoy termina en más de 60%. “Hicieron el esfuerzo de presentar la quita de capital lo más baja posible para facilitar la contabilidad de los fondos este año, pero al final del día lo que vale es el valor presente neto. Le veo baja adhesión”, opinó. Al fin y al cabo, todo se resume si los fondos venden y aparecen los buitres. Aunque a diferencia de 2001, hoy todo es más polite, no hubo festejo y el FMI dice que apoya. La verdad es que los esfuerzos de Alberto F. para evitar el default, hay que recordar que vino pagando bien, se fueron por la borda y el Covid-19 le terminó viniendo como anillo al dedo para justificar todo al estilo Draghi Whatever it takes. No hay duda de que se viene una crisis de aquellas, pero es falso el trade-off pagar deuda o comprar barbijos. Hoy ya no hay carpinteros de Oregon ni jubilados italianos. Ahora son fondos de inversión que se sientan a la mesa del rey Arturo y definen el juego. Veremos qué ficha juegan. Por lo pronto, afuera todo se oscurece de la mano de los datos económicos. Entre el índice de Filadelfia y el creciente número de pedidos de seguro de desempleo (¡22 millones!) en EE.UU., los ánimos se debilitan. El apocalipsis comercial no sólo se llevó a JC Penney, sino parece que también Neiman Marcus pediría la quiebra. Y los grandes de Wall Street ya avisaron: vamos a comprar lo que compre la Fed, se acabó la inversión. “Totus tuus ego sum”, dicen.
Lo que se dice en las mesas
Una oferta con sabor a poco, amparada en el virus. Clave hoy letra chica a la SEC. "Totus tuus" en Wall Street. Más allá del oro, hay unos papeles que ayudan a los fondos. Lo último del libro de pases.
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Mientras tanto, en medio de la pandemia, surgen algunas perlitas y pases. Un operador londinense comentaba con colegas del continente cuál era el activo “tapado” de la crisis: los bonos convertibles donde se refugian los fondos de inversión. ¿Por qué? Es que han caído menos que los bonos de alto rendimiento (high yield) y mucho menos que las acciones globales gracias a su naturaleza híbrida y, aunque la liquidez en el mercado de convertibles mejoró, los diferenciales todavía son más amplios que lo habitual. Los bonos convertibles (se pusieron de moda a fines de los 90 para incentivar la inversión en las grandes empresas) son aquellos que tienen la posibilidad de convertirse en acciones, pudiendo el tenedor ejercer su derecho en una fecha determinada y pasando así de ser acreedor a accionista de una compañía. Para los expertos, el ajuste que están experimentando los diferenciales de crédito debería respaldar las valoraciones de los bonos convertibles, siendo una oportunidad para los inversores. Las nuevas emisiones de convertibles se concentraron en EE.UU. y en Europa durante la semana pasada, con cuatro acuerdos por un total de u$s1.920 millones, siendo el más grande, el de la norteamericana Slack Technologies (mensajería por internet), que recaudó u$s750 millones al 0,5% con vencimiento en 2025 mientras que Chimera Investment Corporation (carteras de hipotecas) recaudó u$s325 millones al 7% con vencimiento en 2023. En Europa, Booking.com (líder mundial en reservas de alojamiento online) vendió un vencimiento en 2025 al 0,75%, cuyos ingresos se destinarán al reembolso de sus convertibles de junio de 2020 y septiembre de 2021. Pese a todo, el libro de pases sigue abierto; se supo que Pimco, la mayor gestora del mundo en renta fija, reforzó sus áreas de préstamos e inmobiliario con ascensos y también fichajes, en este caso procedente de Deutsche Bank. Por un lado, nombró a David Forgash (ex Millennium Capital, Morgan Stanley, Greenwich y Lehman) como responsable global de Préstamos Apalancados (estaba a cargo de inversiones high yield para Europa. Y por otro lado, contrataron al ex Deutsche Roman Kogan como gestor de fondos para el negocio inmobiliario comercial (CRE, por sus siglas en inglés) siendo clave en la transición de Allianz Real Estate (u$s70.000 millones) a Pimco, decisión que fue anunciada el mes pasado (Allianz es propietaria de Pimco).
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