No se notó el salto de mes, la primera fecha de junio fue digna de integrarse a mayo y así proseguir esa cadena de ruedas con signos contrarios, que tiñen nuestro recinto de recesión -en volumen-, pero con depresión -en precios- y repitiendo, como el espejo que es, aquello que se observa en el curso económico del país. Los indicadores de la víspera no tienen asidero positivo por ninguno de sus lados, más bien es un dibujo redondo, resbaladizo, dispuesto a seguir rodando. Enumerando los elementos, encontramos un índice Merval clásico que tuvo cierre en 309, y esto coincidió con el mínimo de la jornada, tras intentar algo favorable y llegar a los 323 puntos. Una merma de 2,5 por ciento. • Contracción
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En el inicio de mes, hubo $ 33 millones de efectivo, y en el mix participaron $ 27 millones de los CEDEAR; ergo, solamente poco más de $ 6 millones poblaron casilleros de acciones ordinarias y -entre ellas- la clave de siempre, Pérez Companc reportó con baja de más de 4 por ciento y haciendo un nuevo piso de $ 1,63, con 1,7 millón de papeles.
La contracción tomó de lleno al volumen, en tanto los precios ofrecieron choques de indicadores, por cuanto el Burcap arrojó aumento de 2,5 por ciento, mediante la suba fuerte en Repsol y el concurso positivo de Telefónica.
Lo malo pasa por lo nativo, esto está muy claro, y junio no aportó variantes en lo que se piensa del mercado. Preocupante.
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